El ruido provenía de la salida del nuevo drenaje que se colocó en la comunidad del Potrero de la Salud, en Dolores Hidalgo.
Los habitantes de las viviendas cercanas imaginaban que sería algún animal doméstico pequeño.
Un perro... o varios... Pero... ¿de qué perra serían esos cachorros, si ninguna estaba preñada?
Y es que en este caserío de 12 viviendas donde apenas habitan 83 personas todos se conocen.
Y cuando digo todos, incluyo a las mascotas, y si me apuran un poco más, hasta los animales para el autoconsumo.
Ya la marrana, o la gallina, el guajolote... Aquí todo es familiar. Un fuereño o intruso es rápidamente identificado.
Un niño aventuró: ¡son coyotes! Y aguzando un poco la vista, esperando con paciencia a que asomaran el hocico por el extremo del tubo corrugado de plástico negro de 30 centímetros de diámetro se podía confirmar. En efecto: tres cachorros de Coyote, por cuyo parecido con el ladrido del perro normal recibe el nombre científico de canis latrans
Alguien sugirió llamar a la Policía o a los Bomberos, pero en esta comunidad de Dolores Hidalgo hay que cachar la señal de telefonía celular colocándose en un lugar despejado.
Fue así que se hizo el reporte, y aunque el Potrero de la Salud no dista de la cabecera media hora en auto, a los lugareños les pareció que tardaron como si se hubieran venido en el lento camión que va a la Presa de El Gallinero.
Durante el rescate, los bomberos se sorprendían del tamaño de las crías.
Y por supuesto que no desaprovecharon la oportunidad de sacarse la selfi con los coyotitos, así como el video del recuerdo.
Los cachorros están al resguardo de la Dirección de Protección Ambiental de la Cuna de la Independencia y por instrucciones del alcalde se dio aviso a la Profepa.
Así se recordará la tarde en que bajaron los coyotitos al Potrero de la Salud.
Ahora los lugareños se preguntan: