UNAM inicia clases... y miles de alumnos no tienen internet ni computadora

Alrededor de 44 mil estudiantes de la UNAM no cuentan con acceso a internet, mientras que 23 mil 493 no tienen computadora, por lo que su regreso a clases será complicado, principalmente en el grado de bachillerato.

Gran parte del alumnado de la UNAM no cuenta con computadora o internet para tener clases. (Cuartoscuro / Archivo)
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

Este 21 de septiembre, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) iniciará el ciclo escolar 2020-2021 en sus modalidades anual y semestral a distancia, no obstante, alrededor de 44 mil 303 estudiantes de Ciudad Universitaria lo harán con complicaciones debido a que no cuentan con acceso a internet, mientras que 23 mil 493 no tienen computadora.

Además, 4 mil 506 no tienen un dispositivo móvil y 13 mil 047 no tienen internet ni equipo de cómputo, esto sin contar al alumnado que estudia en otras facultades de la universidad que están distribuidas en la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Cuando Bryan Valencia, de 18 años de edad, relata su complicada situación económica y académica a causa de la pandemia, lo hace con un dejo de hartazgo.

Bryan Valencia. Estudiante de la Facultad de Química del UNAM.

El estudiante de tercer semestre de Ingeniería Química en la Facultad de Química de la UNAM debió dar de baja las materias el semestre pasado, pues en abril le robaron su celular, el único instrumento que tenía para dar seguimiento a sus clases en línea.

Además, el joven habitante de Ixtapaluca no cuenta con internet, por lo que una vecina le comparte la señal, lo que la hace inestable para seguir una videoclase. La pandemia complicó el comercio de su madre, por lo que al sentirse sin herramientas y sin ingreso, decidió que lo mejor era no concluir el semestre y tratar de iniciar el que arranca hoy.

Para ello se metió a trabajar y ahorró un poco para pagar un plan sencillo de internet.

“Hubo un momento en que empezaron los problemas, bajaron las ventas de mi mamá, las cuentas se juntaron y sentía que no estaba avanzando por eso las di de baja para cursarlas bien después. Me siento triste en el aspecto que de alguna manera me estoy atrasando, frustrado hasta decepcionado por la situación en la que me encuentro porque me siento atorado en el aspecto académico. En la universidad no todos tenemos las mismas posibilidades”, remata.

Sin computadora y sin internet es difícil atender una carrera que requiere programas y plataformas especiales, que en algunos casos no se pueden manipular desde el celular. A Bryan le gustaría que la universidad atendiera casos como el suyo, pues su plan no es desertar de la educación.

“No quiero que esto me haga desistir de la escuela, pero sí me gustaría que la universidad se preocupara más por sus alumnos y ver quiénes sí están en condiciones más críticas”, indicó.
Ana Paula González estudia séptimo semestre de química de alimentos en Ciudad Universitaria.

En la misma situación se encuentra Ana Paula González, quien estudia séptimo semestre de Química de Alimentos en Ciudad Universitaria. Ella debe compartir la computadora con su hermana mayor, lo que trae complicaciones para ordenar horarios para cumplir con tareas y videoclases. La situación económica familiar también se complicó con la pandemia, lo que les hace imposible pensar en comprar otra computadora.

“Realmente sí había momentos de choque entre mi hermana y yo, ella necesitaba usar la computadora, si bien no le daban clases por videoconferencia sí le urgía hacer las tareas y enviarlas, yo también tenía que hacer tareas y aparte tener clases. Con las clases a distancia hay profesores que se esfuerzan muchísimo y otros que no comprenden, siento que la universidad no ha querido escuchar al alumnado, lo que necesitamos”, señaló.

Por su parte, Alanís Melanise Hernández, de 17 años, estudiante del CCH Sur, sólo cuenta con un celular para seguir con las clases a distancia. Si bien no todas sus clases son a través de plataformas, el semestre pasado en varias ocasiones tuvo que ir a un cibercafé para atenderlas.

Tampoco cuenta con internet en casa, por lo que su tía, quien vive al lado, le comparte la señal. Espera poder iniciar el año escolar de la misma manera que el ciclo pasado, ya que por ahora le es imposible adquirir una computadora, pues con la pandemia la situación económica se complicó más pues a su padre le redujeron trabajo y salario.

Alanís Melanise Hernández, de 17 años, estudiante del CCH Sur.
“Extraño la escuela, aprendo mucho más fácil en la clase presencial, ahí un maestro resuelve mis dudas, tengo el apoyo de mis compañeros, además, el hecho de que no cuente con una computadora y sólo un teléfono me hace sentir una frustración”, relató.

Estudiantes de bachillerato, los de menor acceso a Internet

La más reciente encuesta de Movilidad de la UNAM, también revela que en el acceso a las tecnologías de la información y conectividad, los estudiantes de la UNAM enfrentan diferencias según el nivel de estudios y ubicación del campus, ya que mientras en bachillerato el 35 por ciento no cuenta con computadora; en licenciatura y posgrado en Ciudad Universitaria, es el 17 por ciento.

Melchor Sánchez Mendiola, titular de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIEED) de la UNAM, reconoció que esto representa una gran desventaja para los estudiantes en medio de la pandemia por covid-19, que exige continuar con el aprendizaje mediante herramientas tecnológicas.

No obstante, aseguró que cada facultad, entidad e instituto está buscando la manera de proveer o apoyar con equipo de cómputo e internet al mayor número posible de estudiantes, lo que les requeriría, en algunos casos, acudir a los planteles.

“Se discutió mucho esto, cómo apoyar, los alumnos que no tienen equipo en casa tienen que buscar la manera de resolverlo, están usando lo que pueden, ir al café internet, con el amigo, el vecino. El estudio de movilidad es para saber cuántos tienen que moverse en transporte público y en parte es para saber quiénes podrían llegar a una parte de la universidad en la que puedan acceder a la red de la universidad. Eso sí se garantizaría que quienes vayan estén en las condiciones de cumplir con las condiciones sanitarias”, señaló.

Según la encuesta, las preparatorias y los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM son los menos favorecidos con la tecnología, ya que del total de 111 mil 067 estudiantes, alrededor de 46 mil 346 no tienen acceso a internet, el 42 por ciento; sin equipo de cómputo hay 39 mil 120, el 35 por ciento; sin celular, existen 4 mil 172, el 4 por ciento; y sin internet y sin computadora son 22 mil 044, el 20 por ciento.

En el caso de licenciatura y posgrado en CU de un total de 136 mil 221 estudiantes, el 33 por ciento, unos 44 mil 303 no cuentan con internet; y sin internet y sin computadora, el 10 por ciento, unos 13 mil 047.

Mientras que a nivel bachillerato, la falta de computadora es superior al 30 por ciento, en universidad se reduce a menos del 20 por ciento. (Cuartoscuro)

Conforme avanza el nivel escolar, el acceso a tecnologías es mayor. Para el caso del posgrado en su totalidad, que incluye el resto del país, de un total de 32 mil 805 alumnos, alrededor de 6 mil 318 no tienen acceso a internet, un 19 por ciento; sólo el 4 por ciento, unos mil 409 no cuentan con computadora.

Para los estudiantes en la zona metropolitana del Valle de México, en las Facultades de Estudios Superiores (FES), las oportunidades también son diferenciadas. De un total de 91 mil 884 alumnos, unos 37 mil 945 no cuentan con internet; alrededor de 39 mil 120, el 43 por ciento no tienen computadora; sin celular hay 4 mil 059, el 4 por ciento; en tanto que sin internet y sin computadora son 14 mil 225, el 16 por ciento. Los campus foráneos, del total de 4 mil 615 estudiantes, unos mil 645 no tienen acceso a internet.

La encuesta contempla respuestas de los alumnos hasta el 21 de julio de 2020 y se realizó con el fin de desarrollar un plan de regreso a clases seguro ante la emergencia sanitaria. La muestra también arrojó que en promedio los estudiantes gastan entre 70 y 83 minutos en sus traslados hacia los campus.

“El ciclo escolar comenzará totalmente a distancia, la universidad está haciendo todo lo que puede en término de lo que tiene disponible, desplegando los recursos de cómputo que tiene que son muchísimos y de plataformas, software. En donde sí es muy difícil impactar es en las casas de los estudiantes. Hicieron una encuesta para saber qué tan lejos están del campus y poder acceder a estos recursos”, explicó Sánchez Mendiola.

dmr

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