Buzos del SUEM arriesgan la vida para encontrar a víctimas en el Estado de México

Especial Fin de Semana

Su función principal es rescatar cadáveres que quedaron atrapados en lo profundo o atorados en zonas de difícil acceso como ríos, lagos o cascadas.

Ningún día es común para ellos porque siempre tienen retos y desafíos .
Abadiel Martínez
Toluca /

Ellos arriesgan su vida constantemente; se sumergen a lo más profundo de ríos, lagunas o cascadas para rescatar los cuerpos de quienes desafortunadamente perdieron la vida y que deben ser entregados a sus familiares para una digna despedida. Son el personal del Grupo de Rescate Acuático del Servicio de Urgencias del Estado de México (SUEM).

Para las siete personas ningún día es común, totalmente capacitadas siempre tienen retos y desafíos contracorriente, en lo más profundo y con diversos obstáculos, con el fin de llevar un poco de calma en los momentos más difíciles de las familias que perdieron a un integrante. “Cuando tenemos un llamado del 911 o de nuestra base; me informan a mí como líder y yo activo a los compañeros de la célula de buceo”, afirma Martín Cruz, quien lleva 26 años como buzo.


Antes de sumergirse

La misión y objetivo principal de salvar vidas es tarea corresponde a los primeros respondientes, que pueden ser los integrantes de Protección Civil de cada municipio. La función principal de estos buzos es rescatar cuerpos atrapados en lo profundo o atorados en zonas de difícil acceso como son cascadas, por ejemplo.

Al llegar al lugar deben revisar la zona y ese ese momento realizan un plan de acción para llevar a cabo el rescate. “De acuerdo al área se hace un plan de trabajo, entre otras cosas consiste en ver la profundidad y la temperatura que se nos presenta, para ver qué traje vamos a usar”.

Realizan una inspección visual para determinar cómo realizarán el rescate, pero sobre todo para identificar los riesgos o barreras para un trabajo exitoso que no los ponga en riesgo “Cuando son bordos normalmente hay mucho fango, hasta un metro, y hay mucho riesgo de quedarnos atrapados”.

Las zonas más complicadas

Acuden a cualquier punto del Estado de México; sin embargo, Martín reconoce que lo más complicado es en Ixtapan de la Sal, Tejupilco, Malinalco, Villa Victoria y Valle de Bravo, y es la laguna de este último la que más destaca. “En alguna ocasión, la vez que bajamos fueron aproximadamente 35 metros, pero en los últimos 10 metros ya era puro fango”.


Equipo necesario

Para que desempeñen su tarea con éxito deben llevar el equipo completo, que puede pesar más de 40 kilogramos: es un traje de buceo, conocido como de neopreno de seis a nueve milímetros para soportar las temperaturas bajo el agua; también llevan chalecos, compresores de aire, visores y máscaras especiales con sistema de intercomunicación subacuática, que es de suma importancia para mantenerse comunicados con el exterior. “Tenemos contacto con la superficie y debajo del agua; podemos hablar y escuchar perfectamente”.

Tecnología ha ayudado

Antes de contar con estas máscaras con sistema de intercomunicación los buzos tenían que comunicarse a base de señas e incluso algunos ingeniosos recursos para avisar si es que estaban en peligro. “Facilita bastante y te da mucha confianza, porque antes nos atorábamos y nada más con señas nos comunicábamos; teníamos en la bolsa derecha una pelotita de esponja amarilla y en la bolsa izquierda una roja, entonces sacábamos una para entendernos”.


Hasta 3 días para un rescate

Si bien la misión es rescatar los cuerpos en el menor tiempo posible, en algunas ocasiones la búsqueda se extiende por días y todo depende de la zona, la profundidad o estado en el que se encuentra el cadáver o los restos humanos, además de las inclemencias del tiempo. “En algunos casos hemos durado hasta dos o tres días y cuando hay lluvia no suspendemos el rescate, a menos que haya tormenta eléctrica”.

Además, independientemente del rescate, los buzos tienen como objetivo llegar rápido, ya que en muchas ocasiones los mismos familiares tratan de sumergirse para la búsqueda sin el entrenamiento ni equipo necesario. 

“Al lugar de origen donde se da el apoyo es importante, porque muchas veces los familiares se desesperan y ha pasado que no esperan a las personas profesionales y se meten a tratar de rescatar a la víctima; sin embargo, después hay que rescatar a dos o tres personas”.

Apoyo en desastres naturales

Como ya mencionamos, su principal tarea es el rescate de cuerpos; sin embargo, sus servicios también son requeridos en zonas de algún desastre natural como cuando hay inundaciones.

A través de lanchas y vehículos anfibios ayudan a evacuar a los damnificados y llevarlos a un punto más seguro. “Cuando las personas no quieren abandonar sus casas les acercamos víveres, cobijas o atención prehospitalaria”.

MMCF

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