El arroyo El Obispo, en Santa Catarina, es utilizado como un basurero clandestino por decenas de posesionarios que a cambio de un cobro a las empresas recolectan sus desechos y los disponen en el cauce.
A lo largo de 2.3 kilómetros están identificados 173 lotes con tejabanes de madera que operan de esta forma, y alrededor de estos predios se acumulan pilas de basura que van desde escombros y llantas, hasta desechos médicos y residuos peligrosos.
Durante un recorrido de supervisión a los trabajos de limpieza del arroyo, el secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Carlos García Astorga, aclaró que estos lotes no son de viviendas, sino de establecimientos improvisados que se utilizan como negocios clandestinos.
"Ellos invaden el cauce incluso los hombros del río justificando que tienen (vivienda) habitación, sin embargo, lo que se detecta es que esas personas tienen su credencial de elector en diferentes municipios y aquí no habitan.
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"Ellos cobran por recolectar basura a diferentes negocios y empresas, aquí vienen y hacen su separación –en vez de poner la basura en Simeprode– sacan lo que ellos creen que pueden reciclar para vender y adicionalmente con lo que cobraron hacen su negocio extra", explicó Astorga.
Pese a que no se trata de lotes habitacionales, el municipio y Fomerrey ha ofrecido la reubicación a las familias, aunque también han detectado que tienen nombres registrados con tres o más asignaciones y siguen en el cauce.
El alcalde Héctor Castillo Olivares explicó que ya se han iniciado procedimientos administrativos contra estas personas, pero consideró que el tema puede escalar a denuncias penales.
"Es totalmente fuera del marco normativo lo que hacen. Si bien hemos llevado una serie de procesos administrativos creo que esto, así como está subiendo de tono, tiene que subir de tono a materia penal", señaló.
El alcalde explicó que estos basureros clandestinos generan focos de infección porque en época de lluvia son criaderos de mosquitos portadores de enfermedades, aunado a que se contaminan los mantos freáticos y el agua que van a dar a las presas.
En el recorrido también se detectó residuo sólido hospitalario, por lo que el municipio junto con la Procuraduría Ambiental del Estado anunciaron que interpondrán una denuncia ante la Fiscalía del Estado para que investigue y sancione penalmente a quien resulte responsable.
Mientras tanto, seguirán con los trabajos de remediación del cauce en un tramo de 2.3 kilómetros, donde esperan recolectar alrededor de 2 mil toneladas de basura.