Poco después de las ocho de la mañana, subirse al Tren Ligero se torna difícil en la estación Juárez de la Línea 1 en Guadalajara. Avalanchas de personas salen y entran para llegar puntuales a sus escuelas o trabajos, algunos son adultos mayores y tienen que aprender a sortear los empujones, como si fuera una marea, aprovechan para poder entrar al vagón; otros, ya se acostumbraron a irse entre alguna familia que no se suelta de las manos al bajar. Aun así, dicen que es el favorito y esperan que la actual administración de Siteur pronto agregue más vagones a este sistema de transporte.
La capacidad del Tren Ligero está en entredicho, según opinan algunos de sus usuarios. La percepción sobre la eficiencia no ha cambiado, sin embargo, sí reconocen que varias veces se torna imposible abordar.
“Es eficiente, lo que falta es espacio. Y creo que está dejando de ser eficiente porque a veces ni siquiera puedes entrar, tienes que esperarte al siguiente y si traes prisa, pues ya valió”, dice Alicia Galván de 44 años, quien lo utiliza regularmente entre ocho y nueve de la mañana.
El Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), en sus Líneas 1 y 2, también tiene sus horas más relajadas, que es entre las 11:00 y la una de la tarde.
Para Jacinta Vázquez de 65 años, este medio de transporte es excelente, pues en el horario en el que se traslada no ve ningún inconveniente.
“A mí me encanta el tren, siempre me ha tocado buen lugar, hace poco tiempo y luego luego se sienta una. En el horario que lo tomo no he tenido problema”, aseguró la usuaria.
Para Saraí Cisneros de 28 años, era el mejor medio de transporte, hasta ahora que está embarazada.
“No se esperan a que bajen de vagón, la gente empuja mucho, se avientan… sí me he quedado sin subirme, a veces, y me tengo que esperar al siguiente. Una vez recibí un golpe en la panza por lo mismo porque me empujaron y veo que no están al pendiente los guardias de este tipo de accidentes”, señaló la joven.
A las dos de la tarde, en la estación San Juan de Dios de la Línea 2 es frecuente ver la cantidad de personas desde las escaleras eléctricas. Todos se forman para subir, algunos ceden el paso, los menos son los que se meten en la fila.
El Siteur anunció que será en abril cuando se amplíe la capacidad; con tres vagones esperan aliviar la saturación en horas pico.
Piden más seguridad
José Guadalupe García, de 57 años, dice que ya está acostumbrado a que en la mañana esté más lleno. “No nos vamos, nos meten”, pero para él el problema mayor es la seguridad en el interior del tren.
“Venía un chavo con tonsol, le dije a uno de seguridad y muy tranquilo me dijo, ahorita lo reporto. No, compa, eso es ahorita”, denunció el usuario.
Coincide también José Manuel Ortiz de 21 años, pues dice que ve muy eficiente el servicio en cuanto al traslado, lo que él señala es que se considere un vagón exclusivo para mujeres.
“Nos andábamos peleando en un tren, con un wey que se estaba propasando con una morra, le pusimos una santa perriza que lo bajamos del tren, lo dejamos ahí por Patria. La muchacha sí se asustó mucho. Deberían poner el vagón de mujeres, porque muchos van con ánimo de perjudicar gente”, señaló.
SRN