Patria, vacuna mexicana contra el covid-19 en desarrollo, utiliza la tecnología de paramixovirus recombinante para el control de la enfermedad de Newcastle (rND) para reducir la respuesta viral y se exprese una proteína inmunomoduladora como ayudante molecular para proteger al organismo.
Se trata de una tecnología desarrollada por la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, y la proteína HexaPro, de la Universidad de Texas, en Austin.
Utiliza como base el virus de la enfermedad de Newcastle recombinantes (NDVr’s), que inserta una unidad transcripcional ajena a su genoma, codifica la síntesis de proteínas inmunomoduladoras.
“Estos sistemas ofrecen excelentes resultados de protección y disminuye significativamente la carga viral excretada (post-vacunación y post-desafío) en aves inmunizadas varias semanas después, adicionalmente, inducen un aumento de los niveles de las proteínas inmunomoduladoras, lo que se traduce en una potenciación de la respuesta inmune, una eficiente respuesta humoral y celular”, de acuerdo con la investigación.
El proyecto de desarrollo de la vacuna Patria inició en marzo de 2020 y cuenta ya con cien voluntarios para los ensayos clínicos.
El proyecto ha recibido un financiamiento inicial de15 millones de pesos por parte de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), de la Secretaría de Relaciones Exteriores; además de 135 millones de pesos aportados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para las fases clínicas 1 y 2.
La investigación y desarrollo científico está coordinado por el Conacyt, organismo dirigido por María Elena Álvarez-Buylla Roces, y se han sumado insti el IMSS, la UNAM y el INER para iniciar las fases clínicas en humanos a partir de este abril, cumpliendo cabalmente con los requerimientos regulatorios nacionales e internacionales de vacunas covid-19 para humanos.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se encuentra realizando pruebas inmunológicas en animales (fase preclínica) e in-vitro, de los candidatos vacunales con muestras de pacientes covid-19; y acompañará el desarrollo de las fases clínicas. Por otro lado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se ha sumado al esfuerzo con la conducción de pruebas analíticas para la caracterización del antígeno; la interpretación de los resultados de pruebas preclínicas y el apoyo en el diseño de protocolos clínicos.
Asimismo, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) se prepara para apoyar con análisis inmunológicos en las pruebas clínicas en humanos, donde dispondrá su talento e infraestructura.
Además, la Comisión Nacional para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha certificado la planta de producción, los primeros lotes de vacunas y el diseño de pruebas para el primer ensayo clínico en seres humanos, mismo que se llevará a cabo a partir del mes de abril de 2021 y con los más altos estándares de investigación clínica, en las instalaciones del Hospital Médica Sur (Ciudad de México); además de ser supervisados por CRO independientes y un grupo de expertos avalado por el CNCTI-SP del Conacyt.
“La vacuna podría estar lista para fines del 2021. De ser así, México estará en condiciones de contar con una vacuna segura, fiable y de alta calidad, cien por ciento mexicana y accesible, cuyos costos de adquisición para el gobierno de México serán de hasta 800 por ciento más bajos en comparación con las vacunas contra la covid-19 importadas desde el extranjero”, informó la Secretaría de Salud.
Por su parte, la empresa farmacéutica Avimex, de giro veterinario y de capital mexicano, con casi 70 años de experiencia; emprendió, desde marzo de 2020, los esfuerzos para desarrollar una vacuna segura y eficaz contra covid-19. Tras analizar las plataformas tecnológicas a su disposición, Avimex determinó que un virus recombinante de la enfermedad de Newcastle (rNDV) tiene potencial para la vacuna.
La plataforma se encarga de desarrollar millones de dosis de vacunas veterinarias de influenza de Avimex y su seguridad extensivamente comprobada en humanos para otras enfermedades.
“El desarrollo de la vacuna mexicana Patria contra el SARS-CoV-2 es el resultado de la suma de esfuerzos diversos y colaboraciones solidarias nacionales e internacionales públicas y privadas, cuyo objetivo principal es proteger la salud y vida de todos los mexicanos.
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“Este ejemplo de cooperación estratégica y solidaria es una muestra de que nuestro país cuenta con los elementos necesarios como el talento, la capacidad y la infraestructura necesaria para enfrentar retos en salud de carácter urgente y prioritario”, declaró.
La vacuna que Avimex está desarrollando utiliza tecnología de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí (Nueva York), a través de una licencia de uso exclusivo para México, y colaboran con el desarrollo de semillas candidatas contra el virus del SARS-CoV-2.
Tres de sus virólogos se han sumado a los esfuerzos para desarrollar el biológico, entre los que se encuentran Peter Palese, profesor y jefe de Microbiología, Horace W. Goldsmith; Florian Krammer, profesor en Vacunología en Monte Sinaí, y Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes (ISGlobal), y profesor en Microbiología y Medicina (Enfermedades Infecciosas) del Irene, así como el Arthur M. Fishberg en Monte Sinai.
“Las pruebas preclínicas llevadas a cabo por Palese y su equipo mostraron resultados prometedores. Avimex ha colaborado con Monte Sinaí en el desarrollo de vacunas veterinarias basadas en rNDV desde 2003, y obtuvo una licencia de uso para la tecnología rNDV por parte de Monte Sinaí con el objetivo de desarrollar una vacuna contra la covid-19”, resaltó.
El antígeno se eligió ente doce candidatos vacunales, se seleccionó el de mayor potencial clínico y éxito industrial, que además incluye una proteína HexaPro (6 Prolinas) desarrollada por la Universidad de Texas, en Austin, la cual también ha sido licenciada al laboratorio mexicano.
Avimex ha dispuesto la infraestructura nueva exclusiva para la producción de la vacuna, siguió cada proceso regulatorio y obtuvo las autorizaciones correspondientes para poder iniciar las pruebas clínicas a partir de abril; así como la producción a escala industrial tan pronto se tengan resultados exitosos de la Fase I y II de investigación clínica.
“Somos conscientes de la gran responsabilidad que ha recaído en el equipo, por años hemos sido reconocidos por trabajar con modelos de innovación abierta y con la iniciativa de colaborar con instancias de gobierno e instituciones del más alto nivel en México y el mundo.
“Los retos que vienen son grandes y será indispensable continuar con el apoyo de nuestros colaboradores y aliados para alcanzar la meta de contar con una vacuna segura y eficaz que nos permitirá contribuir a que el país vuelva a ser autosuficiente en el sector”, indicó Bernardo Lozano Dubernard, director general de Avimex.
LP