Ante las mutaciones y variantes del covid-19, no hay que perder de vista la enfermedad, pues ésta llegó para quedarse, puntualizó el director del Instituto de Patología Infecciosa y Experimental, Héctor Raúl Pérez Gómez
“Aunque desde el 5 de mayo aproximadamente del 2023, en que la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la emergencia sanitaria, también le pidió a los diferentes sistemas de salud en el mundo que no perdieran de vista de la enfermedad que no dejemos de estar haciendo vigilancia epidemiológica porque ante el surgimiento de nuevos brotes es importante retomar medidas preventivas y continuar con los esquemas de vacunación sobre todo para población más vulnerable”, señaló.
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Recalcó que de momento no se avizora que vayamos a volver a un escenario complejo como los primeros dos años del SARS-CoV2 pues estas mutaciones son consideradas como variantes de interés más no de preocupación.
¿Siguen protegidas las personas vacunadas contra covid-19?
No obstante la población que no haya sido vacunada con anterioridad o contraído el virus, es la que correría el riesgo de tener un cuadro grave de la enfermedad al no tener una inmunidad con qué defenderse.
“Más o menos el 75 por ciento de la población en el mundo ya ha recibido por lo menos una vacuna, una dosis, un alto porcentaje ha recibido tres dosis del biológico y aunque el biológico ideal en este momento es una vacuna que conocemos como bivalente, no la tiene todo el mundo, lo que sí podemos decir con claridad es que incluso las vacunas que se utilizaron al inicio brindan protección en estos momentos y también es importante señalar que un alto porcentaje de la población también es probable que ya haya tenido covid-19 y de forma conjunta el antecedente de vacunación y el antecedente de la enfermedad pues brinda inmunidad que sí nos protege”, explicó el experto.
Alrededor del 30 por ciento de las personas que sufrieron covid grave quedaron con secuelas o covid prolongado, donde las manifestaciones clínicas pueden persistir más allá de seis semanas, incluyendo cansancio, dolor muscular, articular, trastornos del sueño, olfativos, del gusto y manifestaciones psicológicas como depresión, ansiedad o la combinación de ambos.
El especialista finalizó que la secuela que más preocupa dentro de este porcentaje es la fibrosis pulmonar, que genera una incapacidad importante de respirar, con quienes se debería buscar rehabilitación como estrategias complejas de larga duración.
SRN