Un familiar de Tamaulipas que visitó a su tía en Real de Santa Catarina corre despavorido y se esconde debajo de una mesa. Creyó que se trataba de un terremoto, pero no, era una detonación de una pedrera en Santa Catarina que sacudió a la colonia.
Ésta es una de las anécdotas que narran vecinos del sector que se ubica justo a un lado de las pedreras en este municipio.
También recuerdan cómo las detonaciones han cuarteado sus casas, cómo una estela de polvo ahora cubre autos, casas y cornisas e incluso señalan que las alergias y enfermedades están a la orden del día.
Durante un recorrido realizado por MILENIO en la colonia Real de Santa Catarina arrojó un triste panorama respecto a las pedreras: los vecinos piden su reubicación, pero saben que no pueden hacer nada.
Tras 17 años de vivir en la zona, Yamelle Enríquez Castillo, vecina de la calle Real Mezquital, dijo que no han podido con la reubicación de las pedreras, por lo que vio sospechoso o “turbio” que el gobierno del estado haya revocado el acuerdo para acercar la zona habitacional a la pedreras.
“Hay polvo en los carros y adentro de la casa, apenas uno barre y ya está. Andamos todo el día como si trajéramos la sensación de tener tapada la nariz. En cuanto grietas, tenemos algunas en el patio, porque vibra como si fuera un terremoto.
“Yo tengo un sobrino que una vez que vino a la casa creyó que era un terremoto. Corrió debajo de una mesa y le pregunté: ‘¿Qué tienes?’, y que porque estaba temblando, le dije: ‘No, son las pedreras’. Uno ya está acostumbrado, pero él no. Venía de Tamaulipas y ya nunca regresó, pero son las explosiones”, dijo.
Otro de los afectados es Miguel Rocha, colono desde hace 15 años de la calle Real Mezquital en ese sector, relata el vía crucis por ser vecino de las pedreras.
“Se ven los carros que se llenan de tierra y las cuarteaduras de la casa, es donde retumba y retumba, ya tienen mucho así, nada más dicen que las van a quitar, pero la verdad sí nos afectan desde el 2006 que nos dieron la casa”.
Evelyn Yesenia Salazar Rincón, residente de la calle Real del Monte 115 en ese sector, tuvo que mudarse de casa durante dos meses por la alergia provocada por los polvos de las pedreras.
“En un momento dado utilicé el aparatito para el asma, pero fue por la alergia al polvo de las pedreras y me tuve que cambiar a vivir con mi abuelita durante dos meses... mi mamá padece de los bronquios y se vio afectada por el polvo, y pues pediría que se reubicaran las pedreras, o considerar los materiales para aminorar los efectos”, describió.
Victoria, residente de la calle Rincón de la Gruta, señaló que después de 13 años ya están acostumbrados a las explosiones y a la enfermedad.
“Las explosiones son todos los días, nunca han parado, al mediodía y todos los días después de las 18:00, se sienten desde hace 13 años, llegamos y ya estaban, eso se entiende, y la aparición de alergias, tengo un niño con alergia al polvo, tiene rinitis alérgica.
“En cuanto a grietas, poco a poco han aparecido. Me imagino que tiene que ver con el paso del tiempo, a veces se siente más fuerte cómo cimbra, pero es de a diario. Lo único que le queda a uno es cambiarse de casa, porque ellos creo que nunca lo van a hacer”, indicó la vecina.
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