Un grupo de vecinos de Tula de Allende exigió que no se talen más árboles como parte de los trabajos para la ampliación a cuatro carriles del bulevar de acceso a Tula, a la altura de la colonia El Cielito.
El grupo de pobladores se reunió afuera del palacio de gobierno municipal para pedir un alto a la tala y solicitar información sobre el proyecto, a fin de contar con certidumbre en torno a los trabajos, que de acuerdo con la presidencia, tardarán tres meses y costarán 6 millones de pesos.
Los vecinos lanzaron consignas en contra de la tala de árboles para desarrollar un proyecto carretero, pues indicaron que son más necesarios los árboles que la obra, por lo que esta urbanización no debe anteponerse.
Manifestaron su descontento por la destrucción del ambiente, pues consideraron que retirar 60 árboles tendría un impacto mayor, especialmente sin un proyecto real de reforestación, en el que se vigile que los árboles lleguen a su fase adulta.
Refirieron que con esa tala no sólo se retiran los árboles, sino el hogar de animales, entre ellas aves, mariposas y abejas, los cuales habitan esta zona silvestre e insistieron en que no es una obra prioritaria o necesaria.
E insistieron en la importancia de los árboles por la producción de oxígeno, además de aminorar la contaminación, absorber agua de lluvia para evitar desgajamientos de taludes, proporcionar sombra y ser el hogar de especies.
Indicaron que dicha tala será una afectación directa para la calle Osa Mayor, de la colonia El Cielito, y es que incluso señalaron que no se les presentó ningún proyecto o estudio de impacto ambiental.
Conciliación
Después de algunos minutos los pobladores inconformes fueron recibidos por funcionarios de la Secretaría de Obras Públicas y del área de Ecología, quienes después de escuchar las quejas de los vecinos les explicaron que para el proyecto en cuestión únicamente se derribarán los árboles estrictamente necesarios.
Les informaron que la obra cuenta con todos los permisos, además de que es un proyecto ya licitado y autorizado por mayoría en el cabildo, a la par que les explicaron que se emprenderá una campaña de reforestación, para reducir el impacto al medio ambiente.
Después de ello los pobladores se retiraron del sitio, pero indicaron que permanecerán atentos al desarrollo de la obra para evitar que se incumpla en lo programado dentro de esta obra de ampliación vial.
Cabe señalar que la primera etapa de la obra ha recibido muchas críticas ciudadanas por generar encharcamientos severos en una zona que no los presentaba previo a la obra anunciada por el edil Manuel Hernández Badillo, quien recientemente presentó ante el cabildo el proyecto para la segunda etapa, la cual contempla derribo de árboles sin consultar a la población.