Debido a que el "fracking" y otras actividades humanas sí pueden acelerar los ciclos sísmicos, el investigador de la Facultad de Ciencias de la Tierra y sismólogo Juan Carlos Montalvo Arrieta señaló que más estaciones de monitoreo pueden precisar el impacto real de esta industria y cómo afecta el movimiento del suelo.
"Poder distinguir entre si la actividad sísmica es de carácter natural, o sea, generada por los procesos naturales de la Tierra, o si la actividad en algún momento pudiera estar ligada a alguna actividad generada por el ser humano".
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Montalvo Arrieta informó que se tiene registro de que el "fracking", también conocido como fracturamiento hidráulico, es una actividad que se ha venido llevando a cabo de manera generalizada en México, especialmente en el noreste del país.
"De manera particular, el noreste de México es una de las situaciones de interés desde el punto de vista sismológico, ya que desde el 2006 a la fecha se tiene un registro continuo de la sismicidad que está ocurriendo en la región".
El especialista expuso que en la entidad solo existen dos estaciones de monitoreo, aunque para tener una mayor precisión en el estudio de los sismos se requieren más.
"Si ahorita formalmente por parte del Servicio Sismológico Nacional tenemos dos estaciones, más las cuatro que tenemos nosotros, pues deberíamos tener prácticamente el doble de las estaciones que tendríamos, o al menos dos veces más".
Las 15 estaciones de monitoreo que Montalvo Arrieta propone deben ser instaladas no solo en la zona rural, sino también en el área metropolitana, y de esta forma estudiar y prevenir fenómenos, tomando esto como ejemplo de lo que actualmente se está realizando en Estados Unidos.
mrg