Antonio Gutiérrez Cisneros tiene fe en el dióxido de cloro mismo que ha utilizado como tratamiento “alterno” desde que inició la pandemia y a pesar de que la Secretaría de Salud federal (SSa) ha informado de que varias personas han ingresado a hospitales con daños en su organismo, tras haber consumido este producto, el vendedor asegura que hay referencias de que es bueno para prevenir la enfermedad o mejorar la salud de quienes ya han padecido los síntomas de covid-19.
Es en el Parián en donde Antonio ha surtido las botellas de 250 mililitros mismas que vende a 200 pesos, “pero si hay alguna persona que lo requiere y no tenga para pagar esa cantidad también la he donado”, explica.
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Indicó que “ya está a punto de legalizarse la venta de esta sustancia, porque es algo maravilloso”, asegura con entusiasmo, y tiene tanta fe en el dióxido de cloro que se la ha dado a sus nietos quienes se contagiaron del virus tras acudir a una fiesta, “pero con el puro dióxido salieron adelante”, dice.
“Es una verdadera maravilla, y lo pongo a disposición, con gusto se los podemos vender. Estamos envasando y me gusta ayudar por lo que las personas que no tengan para comprarlo se los estamos obsequiando y los que puedan apoyarme, de 250 mililitros la botella está en 200 pesos.
“El uso es fácil, se utiliza sólo cinco mililitros en un litro de agua y así se toma y con eso se protege uno. Mire, yo también pertenezco al sector vulnerable y lo he tomado desde que empezó la pandemia y no me he enfermado, sigo trabajando y no me he contagiado, además de que también se lo he aplicado a mi familia y amigos”, asegura el vendedor.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), han emitido sugerencias para evitar consumir el dióxido de cloro que es uno de las sustancias que ha tenido más popularidad entre la población que busca evitar el contagio de covid-19.
Se especifica que el dióxido de cloro es un gas que se utiliza como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones, de acuerdo a la OPS.
“El ser disuelto en agua, el dióxido de cloro genera iones que cuentan con la capacidad de eliminar bacterias y otros microorganismos en medios acuosos.
“Pero si se toma el producto la gente se expone a presentar irritación en la boca, el esófago y el estómago”, indica el organismo, que agrega que se puede desencadenar en un cuadro digestivo severo, provocando náuseas, vómitos y diarreas.
Las consecuencias más graves de la ingesta pueden abarcar trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemolisis), cardiovasculares y renales, y “en caso de ser inhalado por medio de nebulizadores, el dióxido de cloro puede ocasionar acumulación de líquido en los pulmones, broncoespamos e incluso la muerte si la exposición está por encima del valor límite”, expone el organismo.
Aún así, Antonio señala que no ha recibido reclamos por parte de la gente que ha consumido el producto “y le puedo asegurar que ayuda a la oxigenación de la sangre, por eso vienen personas a comprarlo, así que puedo probar que es un método eficaz para evitar los daños ocasionados por el covid-19 y sin tener que llegar al hospital”, concluyó.