Fe a prueba de inseguridad y la crisis de salud

Época dura. Con la pandemia aún vigente, la nueva normalidad llevó a la Iglesia Católica a tomar otras medidas por seguridad de los creyentes.

Viacrucis en Tamaulipas. | Foto: Yazmín Sánchez
Antonio Campos
Tamaulipas /

Violencia y pandemia han complicado la celebración del Vía Crucis en el sur de Tamaulipas. La época negra de inseguridad no suspendió la representación de la pasión y muerte de Jesucristo, pero sí modificó su realización para evitar quedar en medio de una balacera.

Con la llegada de la pandemia de covid-19, la conmemoración tuvo que ser cancelada en 2020, cuando prácticamente el mundo se paralizó a causa de la emergencia sanitaria.

Viacrucis en Tamaulipas. | Foto: Yazmín Sánchez

Hoy en medio de una nueva normalidad y con las iglesias abiertas al 75% de su capacidad, la contingencia sigue y la escenificación de los pasajes de Cristo en los templos se podrá seguir a través de las redes sociales.

Fe a prueba de balas

En la década pasada, el sur de Tamaulipas vivió momentos difíciles que de alguna forma impactaron las celebraciones de la Semana Santa, pues se registraban enfrentamientos armados donde el temor ciudadano era quedar en un fuego cruzado.

Fue así como la comunidad católica tuvo que aprender a realizar la escenificación del viacrucis a una hora más temprana y con menor duración para evitar exponerse en la vía pública.

Al paso del tiempo el problema de inseguridad dejó de ser una amenaza para la fe cristiana y el Viernes Santo continuó viviendose de manera normal, hasta que en marzo de 2020 el gobierno ordenó un confinamiento casi total y las iglesias se vieron obligadas a cerrar sus puertas.

Fue una Semana Santa atípica que conjugó la reflexión sobre el significado del sacrificio de Jesús y la incertidumbre por la irrupción de un virus que puso en jaque el sistema de salud de todo el mundo.

Viacrucis en Tamaulipas. | Foto: Yazmín Sánchez

El fervor religioso tuvo que canalizarse a través de las plataformas tecnológicas, que facilitaron la difusión de las actividades de la Iglesia Católica hacia aquellas familias que permanecieron aisladas por la pandemia.

La semana más importante para la comunidad cristiana se vivió así desde un encierro casi total, y a un año de ese momento histórico, el coronavirus sigue presente y con él las restricciones que orillan a celebrar una vez más estas fechas santas a distancia.

Un reflejo de nuestra vida

El obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano, menciona que por segundo año consecutivo no habrá viacrucis viviente, solo se recorrerán las imágenes de las catorce estaciones, que recuerda el sufrimiento de Jesús hacia la cruz, lo cual se podrá seguir a través de las redes sociales de las parroquias.

Los fieles podrán acudir a los templos a participar de esta celebración, pero bajo estrictos controles sanitarios que incluyen un 75% de su capacidad, uso de gel antibacterial y cubrebocas, para evitar contagios de covid-19.

“El viacrucis es una de las tradiciones más queridas de nuestro pueblo porque refleja la vida de cada uno de nosotros, sus caídas, sus traiciones que tiene uno a veces en la vida, el repudio de la gente”.

Comenta que esta tradición no solo atraía a las familias de la localidad, sino también visitantes provenientes de la región como de los estados de Nuevo León, San Luis Potosí y la Ciudad de México, quienes suelen acudir al sur de Tamaulipas durante las vacaciones de Semana Santa.

Viacrucis en Tamaulipas. | Foto: Yazmín Sánchez

El representante de la comunidad Católica invita a la población a seguir las ceremonias desde los hogares para evitar aglomeraciones y exponerse al coronavirus.

 “La representación de la vida que Dios nos ofrece en ese camino hacia la cruz, se llevará a cabo de manera virtual porque deseamos evitar tumultos, invitamos a las personas a que puedan congregarse en sus casas y desde ahí vivir su fe”.

Este trayecto está compuesto por 14 estaciones que representan las escenas de la Pasión, desde el lavatorio de manos de Pilatos hasta el Calvario y que se recorrerán de forma virtual en forma de oración, acompañada de una meditación.

El comienzo de la representación del viacrucis data de los primeros siglos del cristianismo, cuando los cristianos primitivos veneraban los pasos de la llamada Vía Dolorosa.

La mayoría de estas “estaciones” han sido tomadas del Evangelio, otras las ha agregado la tradición del pueblo cristiano bajo una lógica.


En la zona inicia en los años 60

El viacrucis más antiguo en el sur de Tamaulipas data de los años 60, cuando se iniciaron las procesiones en la parroquia de Fátima de la calle Félix U. Gómez en la colonia Tamaulipas de Tampico.

Ahí comenzaron estas representaciones religiosas en el puerto. Los pobladores de ese tiempo, bajo la tutela del sacerdote de la comunidad católica, se reúnen para participar en esta conmemoración religiosa en donde recordaban cada momento difícil que padeció el hijo de Dios por el amor que tenía a su pueblo, narra el cronista porteño Josúe Picazo Baños.

Menciona que de acuerdo con escritos del historiador Ignacio Fuentes, a finales del siglo XIX durante la Semana Santa había un rito que se llamaba “El Encuentro” y que era una especie de procesión en el que un grupo de hombres y mujeres salían de la parroquia que ahora es nuestra catedral.

Los caballeros llevaban una imagen de cristo y las damas una de la Virgen de Guadalupe y salían cada grupo hacia un lado opuesto.

“Los hombres salían hacia el oeste, doblaban en Colón y luego lo volvían a hacer en Madero y las mujeres a la inversa por el este, avanzaban por Carranza y doblaban en Aduana y se encontraban ambas procesiones frente a lo que ahora es Telégrafos y Correos de México, que en aquel tiempo era la sede de la Aduana durante el siglo XIX”.
Viacrucis en Tamaulipas. | Foto: Yazmín Sánchez

Picazo Baños dice que era uno de los ritos tampiqueños de Semana Santa, no precisamente un viacrucis, pero era una manifestación pública de la fe bajo ese contexto.

Con el avance de los años, estas expresiones fueron agarrando gran fuerza hasta convertirse en una tradición que se repite año tras año y que solo ha sido truncada por los hechos violentos que se han presentado en el estado, así como por el covid-19 que ha puesto en jaque a todo el mundo.

Personificó a Jesús en playa Miramar

El integrante de la Claraboya Literaria de Tampico, Juan José Villela Rodríguez, comenta que la Semana Santa es una de las fechas más importantes de su vida, ya que deja sus posesiones materiales, para ponerse en la piel de quien dio su vida para expiar los pecados del hombre.

Narra que aunque solo sea una vez al año, debemos ponernos en las manos del Señor, y esto estuvo haciendo cada vez que representó a Jesucristo por más de 14 años en playa Miramar, lo que solo la pandemia pudo poner en pausa. 

Refiere que en esta vivencia, recibió desde expresiones de amor hasta odio de parte de las personas que acudían al paseo turístico, pero esto no debilitó su espíritu.

La contingencia sanitaria suspendió su presentación, pero tiene fe en que el próximo año pueda llevar a cabo esta personificación, volver a vestir la túnica y cargar la cruz de madera que le prepara un amigo carpintero para realizar el viacrucis en Miramar.

Adaptarse en tiempos de pandemia

Con una escenificación virtual vivirán el viacrucis dos jóvenes que por años han sido actores de la Pasión de Cristo en Tampico. José Alfredo Rangel y Ángel Rafael Lara, integrantes del Grupo Juvenil de la parroquia San Felipe de Jesús, comentan que han participado en años anteriores como parte del elenco de la procesión, que ahora se ve interrumpida por la pandemia.

Expresaron que esta contingencia no merma su fe y su deseo de mantener viva la tradición, por lo que solamente cambiarán la forma de llevarla a cabo. 

¿Habrá viacrucis este año? Aquí te lo decimos

Y una manera de hacerlo es a través de fotografías impresas en lonas, en donde se mostrarán las 14 estaciones y se acompañarán con sus respectivas oraciones, además de una petición muy especial en medio de esta contingencia por coronavirus.

José y Ángel recuerdan que en el 2020 ya todo estaba listo para la representación viviente de la Pasión y Muerte de Jesús, en donde se contemplaba un recorrido que comprendía de la Parroquia San Lucas Evangelista, en la colonia Vicente Guerrero, hasta la Morelos.

“En ese momento sentimos una gran tristeza al no poder servir, durante esta celebración, hay mucha gente que por tradición espera en sus hogares y luego nos va acompañando en todo el recorrido, para vivir y reflexionar cada pasaje que vivió Cristo y que la pandemia ha cambiado”.

ICGC

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