En el estado el ciberacoso es una violencia de género que alcanza hasta a niñas de primaria y se investiga en algunos casos como pornografía infantil, afirmó Rosa Amelia Domínguez Arteaga, investigadora del Colegio de Tamaulipas, por lo que urgió a atender y legislar adecuadamente.
“Nosotros hemos detectado algunos casos (de ciberacoso) de jovencitas, incluso niñas de primaria que han sido violentadas y que incluso se han tratado como casos de pornografía infantil”, expuso la académica.
Al participar en una conferencia virtual del Ietam donde habló de lo que está sucediendo en el ecosistema digital, la especialista comentó que este tipo de agresiones afectan tanto a mujeres adultas como jovencitas y hasta niñas.
“Urge una inmediata y apropiada respuesta legal y acciones de intervención para atender los casos presentes y prevenir otros en el futuro”, apuntó la académica.
Y es que, sostiene, “las tecnologías se vuelven un arma letal en las manos de ciertas personas”, y las mujeres son el grupo más vulnerable en estos espacios.
Considera necesario visibilizar este tema tan complejo que afecta a todas edades, y refleja que se tiene un largo camino por recorrer en materia de seguridad cibernética.
“Debe estarse legislando y atendiendo de manera apropiada este tipo de casos, que se consideran un problema muy complejo”, reiteró Rosa Amelia Domínguez. Fue en una videoconferencia organizada por el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) donde la profesionista expuso lo anterior.
Fue invitada para abordar la ciberviolencia política, pero de ahí se desprendió la otra temática, pues la agresión digital daña a todas edades y trincheras.
Por lo que respecta a las mujeres políticas, enfatizó que en el entorno digital hay una tendencia a criticar su aspiración a ocupar cargos públicos. Agregó que ellas, activistas feministas y periodistas, son los grupos de género que más sufren violencia en el espacio digital en lo político.
“Quieren desmotivar y alejar a las mujeres de la política, se les ataca con mayor intensidad y crueldad, es la parte oscura de las tecnologías y nosotros ya estamos investigando las implicaciones del uso extendido de esa herramienta que ahora se usa para dañar”, mencionó.
Antesala de la violencia física
La investigadora puntualizó que la violencia digital aumentó con la pandemia, incrementando desde entonces las actividades negativas e ilícitas que tienen preocupado y ocupado al sector académico, porque es un fenómeno que va escalando.
Domínguez Arteaga precisó que el 95% de las agresiones en Internet van dirigidas hacia las mujeres y empiezan con ofensas, que muchas veces terminan en suplantación de identidad y violación a la intimidad, pero en otras llevan a cosas peores.
“Se ha demostrado que la violencia en Internet es la antesala de la violencia física, no viene sola, se traslapa con otras violencias y es más difícil su identificación”, dijo la experta durante la videoconferencia con Mayra Gisela Lugo Rodríguez, consejera presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación del Ietam.
Expresó que faltan muchos estudios que coloquen a Internet en su clara dimensión y donde se involucren varias disciplinas, como ciencias sociales, humanidades, tecnológicas y la intervención del sector público como privado, para entender de mejor manera toda esta problemática.
“El tema de la ciberseguridad está pendiente, se enfocan esfuerzos en la parte instrumental, pero poco en el uso provechoso de tecnologías”, concluyó.
SJHN