Desde años atrás, diversos grupos de danzantes, tanto de matlachín como de pluma y azteca, aceptan en sus recorridos a los tradicionales "viejos" o "brujos" de la danza, quienes participan en la organización y coordinación de la cuadrilla de danzantes durante las peregrinaciones a la Virgen de Guadalupe, en donde también dan muestra de sus bailes al son de la tambora.
Su intención es divertir a los espectadores, con sus rostros cubiertos con disfraces y máscaras, imponen miedo pero que a la vez, abren camino en la peregrinación. En la actualidad, dicho personaje alcanza dimensiones verdaderamente extraordinarias, superando por mucho las expectativas con las que fueron creados, ya que muestran el ingenio y creatividad del pueblo mexicano.
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¿Cuál es su significado en la tradición de las danzas?
Permiten adaptar, inventar y transformar permanentemente a este brillante personaje, que da vida y magia al bello mundo de la danza. Los famosos "viejos" o "brujos" forman parte de una tradición que tienen un gran significado, ya que representan el mal, con la intención de alejar a la gente asustándola para que no alaben a la Virgen de Guadalupe.
En la Comarca Lagunera, es tradición que durante las peregrinaciones varios "viejos" acompañen a los danzantes, en la actualidad lucen disfraces con los más novedosos personajes icónicos del cine de terror, como son "Freddy Krueger", "Jason Voorhees", "Michael Myers", "Chucky" y "La Monja", entre muchos más.
Fernando es "brujo" desde los 7 años
Detrás de una de esas máscaras que dan miedo, se encuentra Fernando Castañón Caldera, lagunero al que le llamó la atención esta práctica de convertirse en "viejo" de la danza desde que tenía siete años de edad, al respecto, conversó en entrevista para MILENIO.
"Me dedico a esto desde los siete años, tengo años trabajando en este ambiente de las danzas, porque me gusta ver la reacción de las personas, sobre todo la de los niños, a través de mi máscara, o bien, de los ojos de la máscara cuando se asustan", destacó.
Castañón Caldera, quien es el dueño del grupo de "brujos" de la danza "Chenano Colombiano", asegura que disfruta mucho este trabajo.
"Ya tengo trayectoria en esto, entonces he ido perfeccionando mis máscaras, y algunos de los trajes que portan los muchachos de mi grupo son creaciones mías, día con día vamos viendo qué nos queda, una máscara, un traje, o algo, nos lo medimos y lo vamos acoplando a los personajes que traemos", indicó.
Sus "viejos" participan en todas las danzas de La Laguna
Señaló que muchos años atrás se usaba el término de "hechiceros", "brujos" y "chamanes" de la danza, pero ellos mismos son viejos de la danza y participan en todas las danzas de la Comarca Lagunera, pues los contratan para sus eventos o bien, para bailar con las danzas en las peregrinaciones, pero más que nada, lo que los mueve es la devoción, bailar al santo que los lleven a venerar, que en este tiempo es a la Virgen. Asegura Fernando que los "viejos" o "brujos" representan el mal, pero saben perfecto que el bien siempre va a reinar.
"Al momento de finalizar un evento de danza, tenemos que desprendernos de nuestra máscara, porque siempre va a reinar el bien, aunque representemos de manera ficticia el mal, porque nosotros somos devotos de la Virgen, de otros santos, creemos en Dios", mencionó.
Comentó Castañón que conforme van apareciendo nuevos personajes del terror lo van incluyendo en el elenco de su grupo de "viejos", además de que todos sus personajes participan en las danzas con gran éxito, pues todos dan miedo y los disfraces están bien realizados e imponen, donde el disfraz de "La monja" es lucido por un niño, porque el grupo lo integran hombres de todas las edades, donde lo cierto es que todos los personajes sin excepción han tenido bastante éxito.
Al recibir la bendición se despojan de la máscara
Como se decía en tiempos pasados la frase, "¡Que viva María, muera el pecado!", justo es lo que hacen realidad los "viejos" una vez que llegan en peregrinación al templo de Nuestra Señora de Guadalupe, ya cansados de tanto bailar, brincar y hasta correr, a las afueras de la parroquia son rociados con agua bendita, se despojan de sus máscaras y de algunos trapos.
Justo en ese momento se aprecia el mal derrotado, que cae a los pies de la Morenita del Tepeyac, esos "brujos", "viejos" o como les quieran llamar, entran a recibir la bendición, reflejando una satisfacción en su rostro al cumplir un año más con la fiel devoción para la madre de Cristo.
GERR