Vivir con vitíligo puede afectar confianza de pacientes; invitan a empoderarse con terapia

Karla debe ponerse protector solar de manera rigurosa en todo el cuerpo y especialmente en las manchas, ya que esas zonas se vuelven más sensibles a los rayos del sol.

Karla Hernández ha podido lidiar con falta de confianza ante vitíligo (Diana Barajas)
Diana Barajas
Guadalajara /

Karla Hernández vive con vitíligo desde hace 13 años, aunque las manchas no la imposibilitan hacer otras actividades sí tiene afectaciones psicológicas que muchas veces derivan en inseguridad y falta de confianza en uno mismo.


“No existe ninguna otra molestia. Como que es muy común que piensen que duele o que da comezón o algún otro síntoma y la verdad es que no, solo empiezas a ver la despigmentación en la piel”, señaló.

El vitíligo, conocido popularmente como jiricua, es una enfermedad degenerativa de la piel que provoca manchas blancas en diferentes partes del cuerpo. Surge cuando el sistema inmune destruye a los melanocitos, célula que produce el color de la piel.

Las manchas blancas aparecen comúnmente alrededor de ojos y boca, cerca de los oídos, así como en las rodillas, codos y manos.

Sin embargo, Karla debe ponerse protector solar de manera rigurosa en todo el cuerpo y especialmente en las manchas, ya que esas zonas se vuelven más sensibles a los rayos del sol y a largo plazo esto la convierte más propensa a padecer cáncer de piel.

La enfermedad suele aparecer entre los 10 y 30 años pero en México el 50 por ciento de las personas la adquieren a la edad de 20 años.

“Sobre todo me pasaba en la adolescencia que decía no voy a usar falda, no voy a usar short pues porque no me sentía cómoda conmigo. En las áreas donde yo tengo más vitíligo es en las piernas, en mis rodillas, entonces decía no lo voy a usar porque se me van a ver”, relató

La terapia psicológica ayudó a la joven de 25 años a aceptarse a sí misma, ahora puede mostrar sus piernas y brazos sin miedo a los prejuicios.

Empoderarse y a saber que hay muchas personas como nosotros en el mundo y que cada vez es más común. Invitarlos a llevar de la mano el procedimiento con los medicamentos que llevan continuamente e invitarlos a ir al psicólogo porque creo que esto nos ayuda bastante a tener mayor seguridad y mayor empoderamiento”, señala.

Aún no existe una cura para el vitíligo pero su tratamiento consiste en el uso de bloqueadores solares, medicamentos aplicados en la piel y en algunos casos se utiliza fototerapia para pigmentar o despigmentar la piel. La Secretaría de Salud recomienda que la terapia psicológica también sea parte del tratamiento.

La Organización Mundial de la Salud estima que entre el 1 y 2 por ciento de la población mundial padece vitíligo. En México no existen cifras exactas de cuántas personas viven con la enfermedad.

​SRN

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