Viven sin luz... y sin una solución a su problema

Desde hace un mes, una familia se mudó al Centro de Guadalajara; desde entonces no tienen energía eléctrica, y a pesar de estar en regla, la CFE no ha resuelto la falta de servicio por un presunto problema en el cableado

Tienen que vivir en oscuridad y apoyarse con los vecinos. (Cortesía)
Perla Gómez
Guadalajara /

Francisco guarda la medicina de su mamá que padece diabetes en una vinatería, su hermana tiene problemas en su trabajo, él también ha dejado de realizar diversas actividades y ha perdido tiempo y dinero por más de un mes, pues en su departamento, al que recién se mudaron, no hay luz, y aunque tienen todo en regla, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no les ha reinstalado el servicio, por un supuesto problema en los cables, que él resume en falta de voluntad.

Hace un mes y una semana que él y su familia se mudaron a un departamento ubicado en la calle Maestranza, en plena zona centro de Guadalajara. Repentinamente, mientras preparaban su nuevo hogar para llegar a él, se fue la luz en el mismo; al acudir a la comisión les informaron que se trataba de un adeudo que registraba la vivienda, el cual, a pesar de no ser propio, Francisco pagó para que se pudiera reestablecer el servicio, algo que nunca pasó pues después les comentaron que requerían un contrato nuevo, el cual también se firmó, en vano.

Luego de semanas de trámites, distintas visitas de trabajadores de la CFE a su domicilio, reemplazo de cables y excusas, el problema se resumió en que uno de los cables para poder dotar de luz el departamento de Francisco Hernández está enrollado con otros por un mal acomodo que precisamente hizo la comisión cuando se llevaron a cabo trabajos de embanquetado.

Lo que pareciera tener una solución sencilla, sacar el cable y reestablecer el servicio, se ha prolongado, pues entre los propios trabajadores “se pasan la bolita”. Desde que se descubrió el problema ya han pasado dos semanas, y a pesar de llamadas diarias y visitas a distintas oficinas de la Comisión Federal de Electricidad, nadie los ha visitado para resolverles. 



Este martes, Francisco llegó a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), donde les prometieron solución para el pasado viernes, pero, de nuevo, nadie llegó a solucionar este conflicto.

“Yo les estuve comentando, mi mamá es diabética y tengo que guardar su insulina en la vinatería de la esquina, porque si no se me echa a perder. Aparte mi sobrina iba a estar aquí porque tuvo a su bebé, entonces iba a venir para que mi mamá la cuidara pero sin luz cómo los íbamos a atender, entonces mi hermana tiene problemas en el trabajo porque se tiene que quedar con ella… O sea, han sido un montón de cosas que nos han venido por eso (falta de luz) y todavía no se arregla nada. Comida tenemos que estar gastando más porque compramos en la calle. Pleno siglo XXI y sin luz…”, cuenta el joven resumiendo los problemas que les ha traído la oscuridad, aunado a los recibos de distintos servicios que ya les llegaron y tienen que pagar.

Algunos de los argumentos que les han dado es que están ocupados con los trabajos de la Línea 3 del Tren Ligero. Francisco y su familia solamente ven cómo arreglan los problemas de electricidad a los bares que habitan alrededor de ellos, o en calles aledañas, pero para ellos ninguna solución.

“No sabemos qué se puede hacer. Con CFE es lo mismo, no solucionan nada… Ya no sabemos qué hacer”, lamenta, y pide a la comisión que solucionen su problema.

“No es justo que porque no quieren hacer su trabajo uno tenga que estar pasándola mal (…) en realidad esto es porque no quieren ponerse a trabajar. Las personas que mandan ven que es subterráneo, ven que es un movedero de cables, y no quieren hacerlo”, agrega desesperado e irónico por estar envuelto en un problema que ya pudo haber sido resuelto, y que aunque para la CFE parece no importar y significa un caso más, para ellos implica incomodidad en su propia casa y un cambio en su día a día que no tendría por qué ser necesario.

MC

LAS MÁS VISTAS