Rescatistas, paramédicos y brigadistas, la mayor parte de ellos voluntarios, se han convertido en el brazo derecho de gobiernos municipales en el sur de Tamaulipas, que carecen de personal y equipos para atender emergencias.
Una prueba fue el derrumbe de la parroquia de la “Santa Cruz” en Ciudad Madero, donde por lo menos 300 de ellos participaron en sacar a personas entre los escombros, darles primeros auxilios, pero también hacer la recuperación de cuerpos que habían quedado sin vida.
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Antonio Sánchez es jefe de guardia los fines de semana, tiene 30 años de ser voluntario en la Cruz Roja; además de ser técnico en emergencias médicas, se especializa en rescate urbano, acuático y atención de múltiples víctimas, por eso fue uno de los encargados en coordinar los trabajos de auxilio el fatídico domingo 1 de octubre, donde en el desplome del templo ubicado en la colonia Unidad Nacional, 12 personas perdieron la vida y se atendió a 60 lesionados, algunos de ellos graves.
En una de las mayores tragedias en los últimos años en el sur del estado, los rescatistas lograron sacar a las personas atrapadas y casi la totalidad de los muertos en dos horas y media. En los diferentes trabajos que se realizaron durante la emergencia participaron 140 integrantes de la Cruz Roja, la mayor parte eran voluntarios.
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Justamente, la institución ocupa el primer lugar en atención a los accidentes; por un acuerdo, cuenta con 90 técnicos en urgencias médicas, de los cuales el 60 por ciento lo hacen de forma voluntaria, es decir no cobran por prestar sus servicios. Cada dos años tiene que validar sus créditos para su certificado vigente y buscar una especialidad.
Crean su propio grupo
La falta de una rápida atención a las emergencias en Altamira, en incendios, accidentes viales o problemas de salud, por su gran extensión, poco personal y equipamiento, en los cuerpos de auxilio municipales generó que hace tres años Salvador Vargas, técnico en emergencias médicas desde hace 12 y quien formó parte de Bomberos municipales, decidió tomar la batuta para crear Bomberos Voluntarios de Tamaulipas, que dan atención en la mayoría de los incidentes en la ciudad.
Comenzaron 6 elementos, con propios recursos adquirieron camionetas y un vehículo para trabajar, también solventaron gastos de operación, pese a ello, prestaban el servicio sin cobrar. Con el paso del tiempo ganaron más integrantes y ahora son 30. La tercera unidad se adquirió con un porcentaje de lo que salió del bolsillo de los bomberos voluntarios y con lo que se obtuvo de la primera colecta. Justamente por ese servicio, la sociedad civil se organiza para hacerles donativos y ellos hacen actividades propias, esperan volver la colecta una tradición anual.
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Integran ambulancia
Altamira ha sido el único municipio que ha proporcionado a su Cuerpo de Bomberos una ambulancia, esta comenzó a operar en diciembre del 2022, pero solo se atienden algunos servicios. Salvador Vargas explicó que ellos todavía no tienen ambulancia, por lo tanto siguen ocupando que lleguen otros cuerpos de atención cuando es necesario el traslado de heridos al hospital, y reconoció que la Cruz Roja le brinda ese apoyo.
Bomberos Voluntarios de Tamaulipas también cuenta con equipo especial para rescates en accidentes automovilísticos y son los únicos voluntarios que cuentan con guardias todos los días, todo el año. Indicó que es necesario que haya más gente prestando servicio en cuerpos de rescate voluntarios y reconoció que en la zona sur existen solo 50 personas que tienen la capacitación para rescates en situaciones mayores como la ocurrida en el derrumbe del templo.
“Yo creo que hay 50 personas que verdaderamente tienen una capacitación y experiencia para rescates y atención de emergencias, de alto impacto, hay mucha gente con capacitación básica de primeros auxilios y brigadistas”.
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Una labor altruista
El Sistema Nacional de Rescate y Emergencias, es un servicio altruista, de apoyo a la comunidad civil en casos de emergencia y desastres, ellos tienen paramédicos pero el 90 por ciento son brigadistas, que sirven de primer contacto en un accidente, pueden evaluar una situación y llamar a los cuerpos de rescate.
Su director Margarito Rodríguez explicó que los cuerpos de rescate voluntarios nacen por la falta de capacidad para atender emergencias de las autoridades, sobre todo en el área prehospitalaria, sin embargo consideró que es importante que la población se capacite para brindar funciones como brigadistas en accidentes.
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Explicó que amas de casa, trabajadores, jóvenes preparados o en constante estudio, son quienes integran al Sinarem, es decir cualquier persona con interés de poder apoyar en una emergencia puede ser parte.
Ellos participaron en el derrumbe del templo por lo menos 60 de sus paramédicos y brigadistas ayudaron hasta la madrugada. Margarito Rodriguez reconoció que es necesario que todos los grupos de voluntarios y autoridades de gobierno se junten y trabajen de forma coordinada.
VLSS