La creación de una región autónoma, similar al caso de los Altos de Chiapas tras la rebelión zapatista de 1994, es vista como un camino que vale la pena discutir por varios liderazgos wixaritari (huicholes) que sienten que el Estado mexicano les está fallando al no dar vigencia a las resoluciones judiciales que se han obtenido, a favor de Wuaut+a (San Sebastián Teponahuaxtlán), para recuperar la zona de Huajimic.
Una quincena después de que anunciaron su protesta con el bloqueo de las carreteras de acceso a su comunidad, en especial, para impedir la realización del proceso electoral, lo que se acentuó el 10 de mayo con el cierre de todos los planteles escolares, en perjuicio directo de tres mil educandos en plena fase final de cursos, y de los centros de salud, a excepción de los servicios de urgencias, "esperamos que mañana [hoy] se presenten las autoridades agrarias para que nos digan si hay alguna señal del gobierno federal para financiar las indemnizaciones de los ganaderos que permitan que nuestras tierras sean regresadas en paz", dijo por vía telefónica a MILENIO JALISCO el jefe del grupo de vigilancia en Mesa del Tirador, en el acceso occidental de la comunidad, Ubaldo Valdez Castañeda.
El dirigente comunitario subrayó que existe gran expectativa por lo que se viene los días siguientes, y que la gente está decidida a arreciar la protesta ante la falta de respeto al estado de derecho.
No hay una agenda pública del modo en que se afrontarán las cosas, pero muchos comuneros consideran que podría ser viable ensayar el tema de las regiones autónomas o del municipio indígena. La diferencia entre ambos caminos lo marcan las historias de los comuneros de Chiapas y de Oaxaca, respectivamente. En el primer caso, los indígenas chiapanecos se han desligado parcialmente del sistema político electoral mientras en Oaxaca, este sistema se ajustó a las necesidades de las propias comunidades, que llevan mano en la conformación de los ayuntamientos y estos reciben todas las prerrogativas constitucionales, pero están claramente subordinados a la autoridad comunal y los usos y costumbres.
"La reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígena aprobada en el mes de abril de 2001 concede, de manera general, la posibilidad de que los pueblos indígenas de México puedan aspirar a ejercer su derecho a la autonomía, pero no establece ninguna modalidad práctica de la misma. Por esta razón, algunas organizaciones indígenas, principalmente de los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, plantearon a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ese mismo año, mediante el recurso de la controversia, su deseo de revisarla a fondo. Esperaban que esta entidad pudiera obligar a las cámaras a reconsiderar su propuesta, de modo tal que en una hipotética nueva versión fuese resuelto, sin reservas, todo lo relacionado con la alternativa de autonomía que debía considerarse para satisfacer las demandas indígenas centradas en ese tema", señala el investigador Saúl Velasco Cruz, de la Universidad Pedagógica Nacional ("México. Una revisión del debate de las propuestas para su aplicación práctica").
Wuaut+a, sin un proceso electoral en su territorio, se habrá desligado del esquema de representación electoral, lo que puede poner en riesgo la labor del Estado mexicano en la zona y podría derivar en una radicalización, al no ser explícitamente representados los intereses de los indígenas en el nivel político y administrativo constitucional.
Lo cierto es que no hay respuesta a la demanda de indemnizaciones y los debates internos crecen en Wuaut+a sobre el modo que enfrentarán la "falta de correspondencia" del gobierno mexicano. El magistrado titular del Tribunal Unitario Agrario 56, con cabecera en Tepic, Aldo Saúl Muñoz, dijo ayer que esta semana se deberán enviar los oficios para la petición de apoyo policiaco a las nuevas restituciones en puerta, fechadas para los días 23 y 30 de mayo. Serán la prueba de fuego de algún acuerdo eventual.
San Lorenzo Azqueltán
Hoy se dará a conocer el trabajo de observación de realizó la red Todos los Derechos para Todos en la zona de San Lorenzo de Azqueltán, en Villa Guerrero. La pretensión es que se haya establecido una base de respeto mutuo que permita que se desahoguen los juicios por tierras que mantienen los comuneros tepehuanos-wixaritari, y que se detengan las amenazas y extorsiones, dijo el director de la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas, Carlos Chávez Reyes.
SRN