Xala hará equipo para salvar y preservar tortugas marinas en Chalacatepec, Jalisco

Xala colocará una reserva ecológica con más de 400 hectáreas en esta zona, lo que contribuirá a mantener condiciones de flora y fauna.

Las tortugas marinas son una especie de peligro de extinción. (Especial)
México /

Cada año, la costa de Jalisco es un paisaje en el que las distintas especies de tortuga marina llegan para anidar y así lograr mantener su población. Este ciclo natural se favorece con la existencia de playas aisladas y con espacio suficiente para que los nidos afloren.

A esta región llegan 6 especies: golfina, caguama, verde, lora, carey y laud. Unas en mayor cantidad que otras, marcando una diversidad que en pocas zonas de litoral se registra de la misma manera. Sin embargo, el desarrollo excesivo de zonas hoteleras con alta densidad que abarcan terrenos en playa, ha mermado la brecha de conservación. Amenazando directamente a las tortugas.

Hoy, mientras en la costa norte del estado los grandes centros de turismo difícilmente dejan espacio de playa libre, en el sur, el menor desarrollo ha permitido que ciertas playas continúen siendo puntos especiales para el anidamiento de tortugas.

Una de las especies de tortuga marina que llega a colocar sus huevos a la costa de Jalisco, es sin duda la más enigmática de todas: la tipo laúd (dermoachelys coricea). Un espécimen que, si vive lo suficiente, puede llegar a pesar hasta 800 kilos y medir 3 metros. Un ejemplar impresionante. Aunque es inusual que se logren registrar especímenes de esas dimensiones, los científicos encuentran tortugas laúd, en promedio, de 300 kilos y 1 metro de largo.

Desafortunadamente, la existencia de esta tortuga está bajo amenaza, ya que es la que más ha reducido su población entre las 6 especies existentes. Que se tengan registros de nuevos nidos ya es un verdadero milagro. También conocida como “tortuga de las Galápagos", hay estimaciones de que al ritmo en que actualmente se reproduce, podría extinguirse en 10 años de las costas del océano Pacífico, pues en la actualidad se enfrenta a una tasa de mortalidad de hasta un 30 por ciento.

Desde 1982, las tortugas laúd han descendido de unas 90 mil hembras reproductoras, a menos de 3 mil, según el Fondo Mundial de Vida Salvaje (WWF). Dichas cifras representan verdaderas alertas para la comunidad bióloga, que ha identificado sólo 10 sitios de anidamiento clave en el Pacífico para su supervivencia, entre esos en las costas de Jalisco.

Las tortugas marinas son preservadas en centros de conversación cercanos a las costas. (Especial)

A través de los años, múltiples voluntarios se han enlistado para contribuir a la conservación de la tortuga laúd en los llamados campamentos tortugueros. Estos afloran en las playas más apropiadas de anidamiento y comúnmente sobreviven con sus propios recursos y donaciones, constantemente amenazados por el crecimiento de hoteles y el turismo desmedido.

En una playa en particular, Chalacatepec, en la costa de Tomatlán, Jalisco, uncentro tortuguero de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ha sobrevivido por varios años preservando a la tortuga marina. Ahí, los biólogos han logrado registrar el anidamiento de tortugas laúd en varias ocasiones, siendo un punto de importante aportación a la biósfera.

Recientemente, los biólogos encargados de este campamento tortuguero recibieron la propuesta de apoyo por parte del desarrollo Xala, próximo a consolidarse al pie de una parte de la playa, para construirles un nuevo centro de vigilancia. Con el fin de que trabajen en una mejor posición y en óptimas condiciones de estancia.

Las aportaciones de este centro turístico en Chalacatepec no concluyen ahí, ya que sus representantes han estado en constantes charlas con la CONANP y los biólogos para determinar cuáles son las mejores formas de evitar impactos a la playa y contribuir a la preservación de las condiciones de anidamiento.

A su vez, Xala colocará una reserva ecológica con más de 400 hectáreas en esta zona, lo que contribuirá a mantener condiciones de flora y fauna vírgenes y la quietud de playa que las tortugas buscan para determinar sus áreas de anidamiento. Esta podría ser la primera vez que se registre en la región una cooperación tan estrecha entre desarrolladores y ambientalistas. Además, la presencia del desarrollo ha inhibido la incursión de traficantes, quienes en el pasado han robado los huevos para comercializarlos en el mercado negro.

Por ese motivo, el caso exitoso del campamento tortuguero en Chalacatepec podría ser un incentivo para que más miembros de la iniciativa privada sigan el ejemplo de Xala en el futuro. En playas donde también hay esfuerzos de conservación y un crecimiento constante de la mancha urbana.

La tortuga laúd, cuyos huevos tardan en eclosionar más de 2 meses, requieren de reservas y campamentos ecológicos para sobrevivir. De lo contrario, continuarán su desafortunado proceso de extinción. Biólogos advierten que con los apoyos adecuados es posible ayudar a la especie a que continúe subsistiendo e incluso, recupere su población.

Afortunadamente Chalacatepec continuará siendo un enclave para la reproducción de la tortuga marina, y otras especies, gracias a los apoyos que irá recibiendo. Aún más, la visita controlada de turistas ayudará a crear una conciencia que visibilice la problemática de proteger a la fauna.

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