Jorge Palomo Marín, un joven de 26 años, llevaba varios años laborando como instructor de baile en su pueblo originario de Santa María Tepepan, Xochimilco, hasta que la pandemia del covid-19 llegó a cambiar su vida, pues desde abril del año pasado, trabaja como cremador en el Panteón Xilotepec.
El ahora cremador detalló que anteriormente laboraba en el programa “Jóvenes construyendo el futuro”, pero al ver el aumento de muertos por covid-19, y ante la imposibilidad de continuar impartiendo clases, buscó una opción en donde seguir activo y fue así como ingresó al área de panteones de la alcaldía Xochimilco.
Jorge, indicó que, junto con nuevos compañeros sepultureros, sustituyeron a los cremadores adultos; además, aseguró que en poco tiempo, y ante la creciente demanda del servicio, se hicieron diestros en el manejo de los hornos.
Además, señaló que los cremadores trabajan sin parar durante las 24 horas del día, para hacer polvo los cuerpos de los fallecidos por coronavirus, aunque destacó que no sólo de Xochimilco, sino también de otras alcaldías vecinas, como Iztapalapa y Tláhuac.
“Entré realizando funciones administrativas, pero cuando empezó la pandemia, las personas adultas mayores que trabajan aquí en el panteón, se resguardaron en sus casas por ser personas vulnerables”, comentó.
“El área de cremación comenzó a tener carga de trabajo y ante la falta de personal, decidí tomar la capacitación para aprender a operar los hornos cuyas temperaturas rebasan los mil grados”, agregó.
El ex bailarín expresó que le es increíble ver cómo los jóvenes siguen realizando fiestas y eventos en distintas parte de la capital y de la alcaldía, a pesar de que la Ciudad de México se encuentra en semáforo rojo ante los constantes contagios y defunciones por coronavirus.
Asimismo, declaró que tuvo que sacrificar su vida social por dos motivos, para no poner en riesgo a su familia y a su novia; y por sus horarios de trabajo, los cuales aseguró, que son extensos.
“Es increíble que muchos jóvenes de mi edad no se cuiden, organicen fiestas y reuniones, poniéndose en riesgo a ellos mismos y a sus familias; he sacrificado mi vida social con amigos y mi novia, por dos razones: una para no ponerlos en riesgo porque a diario estoy expuesto al contagio y por otro lado, porque los horarios de trabajo son extensos; mi jornada laboral inicia a las 5 de la mañana y salgo hasta el día siguiente”, dio a conocer.
Mencionó que en su trabajo, por turno existen 3 operadores de los hornos, que realizan su labor con “empatía”, pues relató que en ocasiones les ha tocado dar palabras de consuelo a quienes lloran la partida de un ser querido.
Finalmente, Jorge Palomo hizo un llamado a la ciudadanía a quedarse en casa, para no generar la propagación del coronavirus, pues afirmó que hay veces donde se ven sobresaturados en los crematorios.
bgpa