¿Y dónde están los pájaros?

Están donde quieren y deben estar

La exposición "Los pájaros están en su lugar" se exhibe en la sala Nacho López de la Fototeca Nacional del Museo de Fotografía y concluirá el 28 de octubre

El guardia de la Fototeca Nacional. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Antonio Galindo nunca ha visitado Yucatán, pero sabe o imagina lo hermoso que podría ser porque a diario observa una imagen en blanco y negro en la que hay una mesa de madera con dos sillas, de esas tejidas con mimbre, y sobre la pared donde se recargan éstas, cuatro jaulas vacías. Fue tomada en Valladolid, Yucatán, hace doce años y es parte de la exposición "Los pájaros están en su lugar", que se exhibe en la Fototeca Nacional.

Antonio lleva once años y seis meses trabajando como vigilante de la sala "Nacho López" de la Fototeca, que forma parte del Museo de Fotografía del INAH, y todos los días recorre la sala en la que se albergan 36 imágenes de la autoría del neoyorkino Adrian Bodek.

"Tengo que contar bien siempre, que no falte ninguna. Es mi encomienda", expresa orgulloso, mientras hace alusión a los pocos visitantes entre semana "porque los fines de semana hay más”. "Aquí ponga su nombre, su procedencia y nacionalidad... faltó aquí su profesión", es la indicación de Don Toño, como le gusta que le digan, no sin antes sonreír.

"Ésa de allá, la de la esquina, es mi favorita", indica con su dedo mientras sonríe. "La verdad solo conozco Pachuca, pero mire la exposición, es muy bonita".

Mientras camina despacito, Don Toño ve otra imagen "El Sena" (Francia) y le vienen recuerdos de su infancia, sus ojos se humedecen, pero sigue su relato: "después de que terminé la primaria, mi papá me llevó a trabajar al Taller de Producción de Pachuca, por donde está la Plaza Juárez, y ahí era un peón y ganaba 25 centavos al día. En ese lugar se hizo el primer camión de bomberos", recordó mientras ve "El fantasma de los topes", foto tomada en Moscú.

"También trabajé en la Hacienda Beneficio Loreto. Fíjese que ahí yo ayudaba a fundir el oro y la plata", continuaron sus recuerdos.

Y así, el recorrido por la sala, cada imagen captada en una ciudad diferente del mundo como Alemania, Francia, Costa Rica, Argentina, Rusia y Estados Unidos, países que asegura Don Toño "han de ser bien bonitos, pero yo me quedo aquí donde nací hace 81 años. Aún no me quiero morir, pero cada noche digo a Dios: ya mis bisnietas tienen 15 años, a la hora que digas”.

"He vivido mucho porque me baño con agua fría y tomo mucho té de hierbas", dice mientras vuelve a ver esa foto en blanco y negro, de las jaulas vacías y con un bambú debajo de ellas con la frase escrita: los pájaros están en su lugar, "y mire que es cierto, porque los pájaros están donde quieren y deben de estar".


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