¡Ya vámonos! Es la expresión más común de alguien que se quiere retirar de algún lugar o llegar a algún otro, pero también es el nombre de una de las cantinas más peculiares de Guadalajara, aunque en realidad es una que muy pocas personas conocen, sin embargo, entre sus paredes se albergan años de historias e incluso fantasmas.
Esta cantina fue abierta en el año 1987 de la mano de don Hugo Gutiérrez quien en ese entonces no le puso nombre, poco a poco que este sitio ganó reconocimiento, los clientes tomaron de la expresión “ya vámonos a tomar”, que era la clásica al llegar aquí, el nombre ideal para esta cantina, por lo que tras algunos años tomó como nombre oficial El Ya Vámonos.
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Desde entonces se destacó por ser un lugar muy sencillo, modesto, pero con un toque arrabalero de ese tirándole a ‘de mala muerte’ y es que de por si la finca en la que se localiza es vieja, y hasta hace algunos años poco se había hecho por mejorar la fachada, tal vez como una estrategia, porque es sólo un pequeño espacio.
Para el 2019 y tras la muerte de don Hugo Gutiérrez, esta cantina pasó a manos de don José de Jesús Hidalgo, pero este falleció en 2021 por lo que volvió a contar con la esencia Gutiérrez y es que ahora los nietos de don Hugo se volvieron los propietarios y doña Mary Sandoval, quien atiende a todas las personas que acuden.
Esta peculiar cantina se ubica en la colonia Reforma, como rumbo a barrio de la antigua Penal de Oblatos, y más que una cantina parece una casa, una pequeña, algo vieja y no cuenta con ningún letrero que la identifique.
Es de ahí que se presta a historias de fantasmas, y es que en realidad si existen rumores que aseguran que en este lugar hechos paranormales suceden a cada rato, desde objetos perdidos, ruidos extraños y hasta sillas que se mueven.
Actualmente este lugar luce muy pintoresco, bonito y muy limpio por dentro, cuenta con paredes blancas con pocos cuadros en ellas que hacen contraste con el amarillo azulejo de su piso, una pequeña barra (exclusiva para clientes) luce llamativa e invita a pasar a contar los malos ratos con buenos tragos, la fachada también fue renovada.
Sirven variedad de botana y como la mayoría de las cantinas, es de cortesía, apelan por lo sabores caseros y muy sabrosos, entre los platillos que ofrecen se encuentran la birria, carne con chila, por supuesto que el pozole, chicharrón y mucho más, eso sí, los cacahuates nunca faltan.
El Ya Vámonos es esa pequeña cantina donde se goza de buenas bebidas, buenas botanas, buenas pláticas, en un ambiente muy cordial y tranquilo, donde pocos conocen, pero mucho disfrutan, son 32 años que la avalan y además abre sus puertas toda la semana.
Ya Vámonos
- Ubicación: Josefa Ortiz de Domínguez #904, colonia Reforma
- Horario: De lunes a domingo de 12:00 a 00:00 horas
- Precio promedio: de 100 a 300 pesos
MC