Hace apenas dos años, Víctor comenzó su carrera como tatuador, cuando descubrió su interés por las artes plásticas y el muralismo. Con al menos 20 tatuajes en su cuerpo, es una persona a la que le gustan los retos, por lo que pudo dar el siguiente paso y emprender en este camino del arte en la piel.
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“La transición fue un tanto más en cuestiones de disciplinas, me gusta mucho el retarme a mí mismo para ver qué tanto puedo estar, qué tantas disciplinas puedo estar desarrollando y estar perfeccionando; anteriormente empecé como artista y realicé obras, empecé a pintar con óleo, acrílico, acuarelas y todos los materiales que pueden existir para las artes plásticas y posteriormente me paso al muralismo, ya que es una disciplina un poco más retante más complicada”, relató.
Víctor pone a prueba sus habilidades artísticas y técnicas al momento de tatuar, le permite observar sus capacidades y ver qué tanto puede avanzar, sin embargo, tiene el sueño de trasladar sus pinturas a la piel: “me gusta la idea de una galería de arte humana en la piel, poder ver el trabajo de otros artistas en el cuerpo sin la necesidad de que necesites ir a una galería o una exposición a contemplar, sino que sea suficiente con un buen trabajo para ver reflejado el trabajo de otros colegas arte y deslumbrarte con la habilidad que pueden llegar a tener”.
Actualmente trabaja en el estudio Body Love Shop, ubicado en el municipio de Zapopan, el cual comparte con otros artistas del tatuaje. Al momento de utilizar sus agujas y diferentes tipos de tintas y pigmentos, observa la cara de satisfacción de las personas que acuden para que les realice un buen trabajo, y pone todo su talento en él, pues un mal tatuaje puede bajar el autoestima.
“Las personas que vienen con un mal se van mucho más contentos de lo que venían, con todas las disciplinas que vengo desarrollando, con todo el conocimiento del arte, el dibujo y la pintura se reestructura y puedo realizar un mejor trabajo de lo que a veces se quieren realizar”, explicó.
El estilo que más le gusta trabajar es el blackwork, esta técnica utiliza únicamente tinta negra en sus diseños, no se aplica haciendo sombreados o degradados, sino que se delimita en zonas marcadas y quiere comenzar con el full color y las obras que realizó en los murales que dibujó tatuarlos en la piel de sus clientes.
En casa no es muy común que tengan un interés por el arte, en un inicio, su familia pensaba que era un oficio que no le permitiría crecer como persona por los estigmas que se tenían de las personas tatuadas y quienes se dedicaban a tatuar, pero esa percepción ya ha cambiado.
“Siento que es un arte bien valorado y respetado, he podido lograr muchas de las cosas que he querido hacer y me ha apoyado mucho mi familia después de estarles demostrando que sí puedo estar realizando los tatuajes sin desorientarme realmente de los prejuicios que ellos tenían”, relató.
Víctor considero que hay una evolución constante y actualmente el tatuaje en la sociedad ya no se ve como algo discriminatorio, “he visto un bastante cambio radical en lo que es el tatuaje a como lo ve la sociedad porque nos ha tocado personas adultas que nos han contado sus historias que de chicos estaban tatuados y ya no encontraban trabajo, se le cerraban mucho las puertas de lo que es un buen ambiente laboral, querían buscarle por otras partes y sí se les juzgaba demasiado por su apariencia”.
Entre sus planes se encuentra que el estudio Body Love siga creciendo como familia de artistas del tatuaje y seguir creciendo para llegar a más personas porque para ellos este oficio es amor al cuerpo.
MC