A 20 días de que 71 familias de la colonia Floresta del Colli fueron desalojadas por la fuerza de sus viviendas y estas posteriormente demolidas, aún hay personas afectadas que viven y comen en las calles, ante la falta de sus hogares.
A las familias no se les permitió sacar sus pertenencias antes de que sus casas fueran demolidas, así que muchos se alimentan de la caridad de otras personas, lo que pueden comprar o de lo poco que les ofrece el ayuntamiento de Zapopan.
Noemí, una de las afectadas, relató que el ayuntamiento les condiciona la comida.
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"Nos ponen muchas trabas. Ellos quieren que nosotros vayamos hasta allá por los alimentos y si se fija no tienen como ir las personas a recogerlo, es la hora del puro calor. Ellos habían quedado con nosotros de traernos aquí a estos cruces la comida de Jazmín y Clavel", dijo Noemí Berenice Díaz Ochoa.
Rossy ha vivido en la calle con sus cinco hijos los últimos 20 días. Cada tarde se reúne con otras familias en el cruce de las calles Clavel y Jazmín para servirse un poco de la comida disponible.
Esta tarde tocó arroz blanco con carne de puerco en salsa verde y nopales.
Por lo regular Rosario ayuda a repartir la comida.
Rosario externó sentir molestia de que el ayuntamiento les ponga trabas para darles la comida, pese a que muchas de las familias perdieron todas sus pertenencias.
"No hay manera de como preparar alimentos para tanta gente y sí se está batallando mucho para la comida", comentó Rosario Agustín.
Las viviendas de las familias fueron demolidas el pasado 27 de abril por CONAGUA, gobierno municipal y estatal, según argumentaron, por invadir el cauce del Arroyo El Seco ya que es propiedad federal.
JMH