En víspera del solsticio de primavera, las cinco zonas arqueológicas de la entidad: El Cóporo, Peralta, Plazuelas, Cañada de la Virgen y Arroyo Seco, abrirán de forma habitual, pero con las medidas sanitarias establecidas en el protocolo Cultura en Guardia.
Este protocolo indica el uso obligatorio de cubre bocas, sana distancia de 1.5 metros entre personas, ingreso para filtro sanitario para desinfección de manos, seguir los recorridos unidireccionales, no llevar paquetes o mochilas, ni alimentos ni bebidas.
Es importante señalar que no se permitirán rituales, ceremonias o actividades similares. Para evitar aglomeración de personas, el acceso a las zonas de monumentos será a través de grupos limitados. En Arroyo Seco se permitirán 10 personas por grupo; en El Cóporo y Cañada de la Virgen, por ser con mayor extensión, se podrán admitir hasta 20 personas. En Peralta y Plazuelas, el cupo es de 15 personas por grupo.
Este domingo 21 las zonas arqueológicas abrirán al público en su horario habitual, a partir de las 10:00 horas. El ingreso del público será hasta las 16 horas en Peralta, Plazuelas y El Cóporo; mientras que, en Arroyo Seco y Cañada de la Virgen, el acceso se permite hasta las 15:00 horas. En todos los casos, el cierre del sitio será a las 17:00 horas, que es la hora límite para que salgan los visitantes.
Cañada de la Virgen está ubicada en San Miguel de Allende, en un asentamiento prehispánico enclavado en la frontera septentrional de Mesoamérica, cuyos principales monumentos se utilizaron para realizar observaciones en el cielo.
Peralta constituye una de las mayores expresiones constructivas de la población que vivió en el Bajío. Su notable morfología arquitectónica cuenta con seis de los ochos distintos trazos de la arquitectura de montículo y patio hundido.
Ubicado en las estribaciones sureñas de la sierra de Pénjamo se encuentra Plazuelas, es un sitio que llama la atención para representar una diversidad de confluencias étnicas. Está construida sobre tres laderas separadas por dos cañadas.
El Cóporo es un asentamiento que estuvo conformado por una serie de aldeas alrededor del cerro, cuyos habitantes cultivaban maíz, calabaza, amaranto tomatillo, frijol y chile. Se distingue por su arquitectura que está compuesta por habitación y un centro cívico ceremonial.
Arroyo Seco llama la atención por la gran cantidad de grafismos que contiene, así como la variedad y riqueza iconográfica que presenta. Asiento de cazadores-recolectores desde épocas ancestrales, estas sociedades dejaron plasmadas en cuevas, abrigos y frentes rococós, una gran cantidad de motivos pictóricos que reflejan una parte fundamental de su forma de vida y de su cosmovisión.
Se recomienda usar ropa y calzado cómodo, gorra o sombrero, bloqueador solar, llevar agua. El acceso tiene un costo general de $39 pesos y para menos de 12 años de $12 pesos. Para información sobre cómo llegar a cada una de ellas, visita la página cultura.guanajuato.gob.mx