Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos hemos tenido un vínculo con los animales. Primero al domesticarlos como ganado para procurarnos alimentación y algunos aspectos rituales, para posteriormente darles el papel de protección y compañía.
Ciertamente en épocas recientes se volvió una tendencia de moda “adoptarlos” de manera aún más estrecha, llegando algunas personas a considerar, principalmente a perros y gatos, como “sus hijos” y un miembro más de la familia.
Sin embargo, si no hay una sana interrelación, suele pasarse por alto que pueden transmitirnos enfermedades graves, conocidas como enfermedades zoonóticas o zoonosis. Además de las recomendaciones generales de las áreas de salud de cada país, incluso se han instaurado iniciativas globales como One Health (o Una Salud), a la cual se han sumado actores como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), para impulsar diversos programas, políticas y leyes que protejan esta relación.
¿Cuál es el peligro?
Las enfermedades zoonóticas implican un riesgo para la salud pública. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud Animal, tres de cada cinco enfermedades nuevas que surgen cada año proceden de los animales y un gran número de los padecimientos humanos transmisibles son zoonóticas.
¿Cómo se transmiten?
Los animales pueden transportar gérmenes peligrosos. Algo tan pequeño como una garrapata es capaz de transmitir enfermedades tanto a los animales como a las personas. Las maneras en las que se puede dar un contagio son:
Contacto directo: la manera más obvia es el tocar, ser mordido o arañado por un animal infectado. El entrar en contacto con su saliva, sangre, orina, heces u otros fluidos corporales que representan un riesgo elevado. También puede darse por medio de la picadura de una garrapata o un insecto como un mosquito o una pulga que transmite alguna enfermedad.
Contacto indirecto: el no prestar atención y mantener la limpieza de los lugares en donde se encuentran los animales, también puede representar un peligro. Los lugares en donde han estado, superficies contaminadas con gérmenes, plantas, la tierra, platos de comida y agua de las mascotas, son cosas a las que se debe prestar atención.
Ingesta o inhalación: el consumo de alimentos o agua contaminada puede enfermar a humanos y mascotas por igual. Las heces de un animal infectado que llegan a contaminar lo que consumimos, además del hecho de respirar cerca de las mismas, implica riesgos a la salud.
Tanto perros como gatos, entre otras mascotas, están constantemente expuestos. Debido a que no siempre es posible identificar los agentes infecciosos con los que entran en contacto, es esencial que exista un plan de prevención. Incluso perros y gatos domésticos pueden ser portadores de parásitos y otros agentes infecciosos.
Zoonosis en Edomex
El Centro Estatal De Vigilancia Epidemiológica Y Control De Enfermedades que dirige el Doctor Víctor Torres Meza, advierten que las zoonosis representan un potencial problema de salud pública debido a que afectan a una gran parte de la población tanto en zonas urbanas como rurales.
No hay una zona de mayor o menor riesgo, pues estos padecimientos pueden aparecer en cualquier parte del estado. Señala que, de acuerdo con el boletín epidemiológico, hasta la semana 41, de las zoonosis sujetas a vigilancia se habían dado 25 casos de Brucelosis; 19 de Cisticercosis, uno de triquinosis, y no había registro de leptospirosis o teniasis.
En cuanto a la rabia, insisten, está bajo control desde hace una década. De sentido común es establecer los límites entre las personas y sus mascotas, no compartir la mesa, las camas u otras áreas comunes, y no permitir que los niños estén en contacto con la saliva, desechos o pelaje suelto de cualquier animal.
La Médico Veterinario Zootecnista Emilia Tobías, gerente técnico de Boehringer Ingelheim Salud Animal, integrada a la iniciativa One Health , señala que todos “somos responsables de la salud de nuestras mascotas y al mismo tiempo, al cuidar de su salud y bienestar, cuidamos de nosotros mismos y de nuestra comunidad. Los animales son un medio por el cual las personas pueden adquirir enfermedades, pero es muy importante entender que los animales por sí solos no son el peligro pues ellos, a su vez, adquieren dichas enfermedades en condiciones especiales, y muchas de ellas pueden prevenirse o tratarse”.
KVS