Lo que antes era un basurero, hoy es una comunidad mixteca en Nuevo León, que la integra un grupo de artesanos asentados en la ciudad industrial y que son una minoría en un monstruo económico.
Genaro López, vocero de la comunidad, dijo a la plataforma MILENIO-Multimedios que los mixtecos están muy agradecidos con aquellas personas de Nuevo León que no les regatean y compran sus pulseras de hilo, bolsas de palma natural, entre otras artesanías que ofertan entre los 25 y 500 pesos mexicanos.
“Estamos batallando mucho con el tema del regateo, porque muchas de las veces un producto pequeño me tardo dos o tres horas en hacerlo, y prácticamente yo lo vendo a 25 pesos, me dicen que se los deje en 20, no me pagan ni la hora, supongamos. Por otra parte hemos tenido buena reacción de la gente hacia nuestro producto”, reconoció.
Rodeados de gallinas, guajolotes, perros, humedad, crisis hídrica y sin iluminación pública, una comunidad de 15 familias de origen mixteco provenientes de Oaxaca y alojados en en casas de madera o lámina en la colonia La Esperanza, en el municipio de Juárez, son artesanos en la ciudad industrial; una minoría en el monstruo económico.
Sin embargo, hay una inquietud en las familias, algo que no les da tranquilidad y los afecta en su día a día: la incertidumbre de un hogar, pues aunque afirman que están en pláticas con Eugenio Montiel, titular de Fomerrey, las autoridades no escuchan que deben migrar a un lugar seguro juntos, porque la esencia de las comunidades indígenas se basa en la unidad.
“Las casas eran de tejabanes, ahí era un basurero. Nosotros le dimos color comenzando a sembrar arbolitos, lo estamos haciendo sustentable, ahorita lo que tenemos como cualquier otro ciudadano es la cuestión de agua.
“Le hablo de que somos 15 familias, una de Veracruz y la mayoría son mixtecos, y pues aquí tenemos guajolotes, patos, gallinas de granja, hay un gallinero y ahí vamos a recolectar los huevos. Pero aquí cada familia tiene sus animalitos, yo la verdad me traje dos guajolotitos de mi comunidad, nos beneficia mucho”, explicó López.
El señor Genaro indicó que hay cuatro familias que tuvieron la oportunidad de moverse a trabajar en el corredor del arte del Barrio Antiguo, sin embargo, el regateo es un tema que no agrada.
El vocero dice que la comunidad mixteca, que se organiza para apoyarse mutuamente en cualquier situación, cuidan todo el tema del alcoholismo y de drogadicción en los jóvenes.
“Acompañamos a nuestros hijos porque de repente hay jóvenes más arriba que se intoxican. Sabemos quiénes somos, qué queremos y a dónde vamos. Estamos en trámites con Fomerrey para reubicarnos, pedimos apoyo en eso porque tenemos incertidumbre”, insistió.
Y aunque se pudiera pensar que no quieren dedicarse a otra profesión, el trasfondo es que fomentan el autoempleo en sus comunidades indígenas de Oaxaca, al tener una autodependencia económica.
“Estamos dando un autoempleo a las comunidades que hay en Oaxaca. Hay personas que no salen, prácticamente ellos nada más están esperando, van, cortan la palma y nosotros lo distribuimos, es ayuda entre ambos.
“Por ejemplo, te cambio un kilo de frijol por maíz, yo no tenía dinero, la pura ropa, tenia muchas ideas de trabajar. Aquí me hice una casita de tabla de madera reciclable; le echamos ganas y me hice de un carro. Estoy muy agradecido con la gente de Nuevo León, son gentes generosas, si sabes trabajar eres bienvenido, el trabajo es donde quiera”, apuntó.
Tocan el clarinete y esperan celebración de muertos
Al reconocer que en su pueblo hay muy poca diversión y no tienen cine, el señor Genaro López señala que para combatir el aburrimiento sus colegas y él sacan los instrumentos como la trompeta, el trombón y el clarinete para iniciar un concierto con música típica.
“Muchas de las veces en la comunidad donde somos no hay mucha diversión como cine u otras cosas, nos refugiamos, cuando tuve uso de razón mi papá tocaba un instrumento, mi abuelito también. Trompeta, trombón, clarinete”, dijo.
A finales del mes de octubre y principios de noviembre, tradicionalmente la comunidad mixteca realiza la celebración de Día de Muertos, recordando a sus difuntos tal y como fueron y no teniéndoles miedo.
“Festejamos mucho el Día de Muertos, creemos que la gente no se ha muerto, sino que simplemente están en el otro mundo. A finales de octubre y primero de noviembre, cada familia trae comida como mole, pan, miel, hacemos un altar, lo vemos muy bonito, que nos une con nuestros seres queridos, aquí lo ven como miedo, pero idea es recordarlos tal y como eran”, contó.
La ingeniera Mireya Vera, de la comunidad mixteca de la colonia Héctor Caballero, urgió a las autoridades locales y estatales a darles permiso para que Angélica, Raquel, Ernesto y Eddie Vera puedan ofertar sus artesanías en San Pedro y Santiago, municipios más cotizados por ellos.
Impulsada por el diputado local del Partido Revolucionario Institucional, Ricardo Canavati, el Congreso local aprobó que la Secretaría de Igualdad e Inclusión designe más traductores para los trámites de las comunidades indígenas y afromexicanos, que habitan en Juárez y diversos municipios no metropolitanos.
Esto, ante la falta de regulación legislativa en diversos códigos y leyes estatales, incluyendo el Código Penal, Código de Procedimientos Civiles y la Ley de Defensoría Pública en materia de derechos indígenas, consideró necesario modificar la Ley de los Derechos de las Personas Indígenas y Afromexicanas en el estado de Nuevo León.
“Hay una base de datos que dice que son 18 traductores que están certificados por un organismo federal, se necesitan más traductores y que estén disponibles de más formas para que no tengan que estar presenciales, sino también por vías digitales.
“Los que están certificados por un instituto son 18 para los derechos, hay, principalmente, comunidades asentadas en Juárez y otros municipios periféricos como García, son más de 77 mil 500 personas en Nuevo León, de acuerdo con organizaciones civiles”, afirmó.
La secretaria de Asuntos Indígenas del PRI, Ana Laura Ortiz Madrigal, refirió que desde el partido han apoyado a las personas indígenas con lo que requieran.
“Es muy importante poner atención a las comunidades indígenas porque deben respetarse sus derechos humanos, no pueden ser separados, están acostumbrados a estar unidos y ellos mismos generan autoempleo y subsisten porque les gusta mucho trabajar. Ahorita tienen problemas de vivienda y agua, sin embargo, seguiremos apoyando”, señaló.