Morena tocó fondo en su crisis interna al tener dos dirigentes: Alfonso Ramírez Cuéllar, electo ayer por la mayoría del Congreso Nacional Extraordinario, y Yeidckol Polevnsky, quien desconoció los acuerdos tomados por el máximo órgano de dirección, “por estar fuera de toda norma, fuera del estatuto y fuera de la legalidad”.
Luego de que la mayoría de los congresistas nacionales de Morena avalaron la remoción de Polevnsky de la presidencia, al dejarla solo en la secretaría general, y elegir por unanimidad a Ramírez Cuéllar, la ex senadora sostuvo que no aceptará someterse a la dirigencia del diputado.
Anticipó que seguirá su ruta de cumplimiento de la sentencia del Tribunal Electoral, amparada en la jurisprudencia que prorroga su mandato de manera automática.
Aunque aseguró que ella no impugnará el Congreso de ayer, advirtió que no tiene validez jurídica desde su convocatoria, el cambio en el orden del día al incluir un proceso electivo, además de que no contaban con los congresistas necesarios.
“Tengo tareas marcadas, tengo que seguir en ellas, no me voy a distraer en este tipo de cosas, no sé qué cosas van a hacer, pero obviamente es inaceptable, no han seguido ningún apego a la legalidad. En el estatuto no existen ni los provisionales ni los interinos”, dijo en entrevista con Alma Paola Wong y Roberto López, en MILENIO Televisión.
Rechazó estar molesta por los resolutivos del Congreso, pero sí se dijo sorprendida del desconocimiento de las leyes y del estatuto del partido: “Sobre todo cuando piensas que teniendo cargos de diputado y lo primero que tendría que hacer es respetar la ley”.
Después de ser electo por unanimidad en el VI Congreso Nacional Extraordinario, Ramírez Cuéllar sostuvo que “este es el primer paso para cumplir un anhelo que teníamos desde hace algunos meses, establecer la unidad y la institucionalidad en el partido”.
El todavía presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados —quien anunció que hoy hará llegar su solicitud de licencia— pidió a Polevnsky reconocer la legitimidad de su nombramiento y dejar atrás la polarización.
“Es una presidencia que sale con mucha fuerza. Aquí está la mayoría, nunca nadie puede dudar de que aquí está la mayoría de Morena. Ya hay un nuevo dirigente. Yeidckol y yo somos muy amigos y tenemos una relación excelente. La voy a buscar”, dijo tras evitar dar una fecha para el relevo en la dirigencia.
En caso de que los acuerdos del Congreso no sean invalidados por el Tribunal Electoral, la dirección provisional encabezada por Ramírez Cuéllar se hará cargo de la emisión de la convocatoria al Congreso Nacional en el que se elegirá a la nueva dirigencia, una vez que los congresistas rechazaron a mano alzada la modificación al estatuto para incluir la encuesta como mecanismo de elección.
El ex líder del Barzón llamó a los morenistas buscar un punto de encuentro y sostuvo que ese mecanismo no está descartado.
Los trabajos del Congreso se realizaron bajo la sombra de 15 impugnaciones: frente a ello, Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional, dijo que el congreso extraordinario está blindado ante su judicialización.
Además, lamentó el papel que han jugado los magistrados del órgano jurisdiccional: “Necesitamos movilizarnos y hacer presión para que el Tribunal Electoral deje de emitir resoluciones políticamente cuestionadas, porque buscan hasta debajo de las piedras y eso tiene que ver con él solo, nos dejan sin recursos jurídicos para defendernos porque las sentencias son inatacables”.
Aseguró que un cuerpo de abogados los ha asesorado para evitar que sus acuerdos sean echados abajo nuevamente.
Durante la sesión que se prolongó por casi ocho horas, los congresistas acordaron remover a los delegados estatales y que al frente del partido estén los comités que fueron electos en 2015. Fueron nombradas 11 secretarías y la presidencia, mismas que Polevnsky había nombrado apenas al inicio de la semana pasada.
Debido a que Polevnsky controla la secretaría de Finanzas del partido, ésta no autorizó recursos para realizar el Congreso Nacional, cuyo presupuesto estimado es de 8 millones de pesos, lo que dificultó el traslado de los estados más lejanos.
Luján denunció que tres actores han bombardeado la vida institucional del partido, admitió que hay 15 impugnaciones presentadas por Alejandro Rojas y personas de Coahuila y Jalisco, “quienes no nos han permitido avanzar".
Con un quórum de mil 310 de los 2 mil 600 integrantes del congreso, la presidenta del Consejo Nacional dijo que con esa sesión se recuperará la vida institucional del partido. En medio de abucheos a Polevnsky, Luján sostuvo que esa es la muestra de unidad que Morena requería.
Buscarán a líderes para conciliación
El morenista Alejandro Rojas Díaz Durán afirmó estar en conversaciones con Porfirio Muñoz Ledo y otros líderes de Morena para analizar el futuro del partido, frente a las diferencias entre Bertha Luján y Yeidckol Polevnsky, que con la realización del Congreso y el nombramiento de una dirección de transición abren un nuevo capítulo en la disputa por el control del partido, porque sus acuerdos son ilegales.
Rojas Díaz Durán también aseguró que con las dos dirigencia, Morena se convirtió en un partido bipolar.