Cuando faltan dos días para que arranque el tercero y último año de la Legislatura 76, los grupos parlamentarios se entramparon en la conformación de la nueva Mesa Directiva, dado que no hay una definición del nuevo presidente del Congreso local.
Información a la que tuvo acceso la plataforma MILENIO-Multimedios detalla que el PRI y PAN, que hasta hoy tienen 28 votos juntos, perfilan que Mauro Guerra, actual titular de la Mesa Directiva, continúe por otro periodo, al tiempo que Alhinna Vargas, del PRI, podría desistir de su licencia para ocupar la curul número uno.
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Vargas, quien pidió licencia el 8 de agosto para tratar asuntos personales por presuntas presiones políticas desde el Estado, estaba indecisa de regresar a su curul, por lo que será hasta hoy cuando la Diputación Permanente decida si analiza o da entrada a la solicitud de desistimiento que pudiera presentarse.
Por el lado de Movimiento Ciudadano, Eduardo Gaona, líder de la misma, perfiló a Tabita Ortiz, Iraís Reyes y a Norma Benítez, de las cuales Ortiz tiene la ventaja para ser la última presidenta de la actual Legislatura.
El Artículo 52 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo establece que la Directiva se renovará en la primera sesión de cada año de ejercicio constitucional, pudiéndose hacer la designación en la última sesión del ejercicio anterior.
La composición de la Directiva será plural, pues la Comisión de Coordinación y Régimen Interno (Cocri) hará las propuestas de quienes deberán integrarla, sin menoscabo del derecho que tiene cualquier diputado para hacer alguna propuesta al respecto.
“La elección de los integrantes de la Directiva se hará por mayoría, mediante voto secreto y cédula. En caso de empate, la Comisión de Coordinación y Régimen Interno hará una nueva propuesta y las que sean necesarias, hasta conseguir la mayoría requerida”, se lee en la normativa.
La Directiva es el órgano de dirección del Pleno del Congreso y es responsable de la conducción de las sesiones del Pleno del Poder Legislativo, y se integra por un presidente, que será el presidente del Congreso, dos vicepresidentes y dos secretarios.
“La presidencia del Congreso será rotativa entre los grupos legislativos, de acuerdo a su representación en el mismo”, se lee.
El primer año de ejercicio constitucional, se lee en la ley, lo ocupará un diputado del grupo legislativo que sea la primera minoría; la primera fue ocupada por Ivonne Álvarez, del PRI, diputada que desde la primera semana de agosto se tenía conocimiento que sería la presidenta.
El segundo año de ejercicio constitucional, un diputado del grupo legislativo que sea de mayoría absoluta o de mayoría, la cual la tomó Mauro Guerra, del PAN, quien desde el 29 de agosto del 2022 se sabía que iba a ser el presidente.
Respecto al tercer año de ejercicio constitucional será a propuesta de la Comisión de Coordinación y Régimen Interno.
“En cada caso, uno de los vicepresidentes y uno de los secretarios deberán pertenecer a grupos legislativos distintos al del diputado que ocupe la presidencia. Los integrantes de la Directiva durarán un año en el cargo”, señaló.
La normativa citada indica que el cargo de presidente del Congreso es institucional y representa al conjunto de la Legislatura, por lo que podrá optar por no formar parte de las Comisiones de Dictamen Legislativo, Comités o Comisión de Vigilancia previstos por la presente ley.
Sin embargo, si la presidencia hubiese recaído en los primeros dos años de la Legislatura en diputados del mismo género, el tercer año de la Legislatura deberá recaer en un género distinto, por lo que ahora correspondería a una legisladora.
La bancada de Movimiento Ciudadano en el Congreso local, a través de su coordinador, Eduardo Gaona, solicitó postura oficial del Tribunal Estatal Electoral en relación a quién debería ocupar la presidencia del Poder Legislativo, al tiempo que presentó su terna de diputadas que pudieran ostentarla, pues según los emecistas, les corresponde.
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