Aun cuando existe poco margen para reducir el gasto,Carlos Garza Ibarra, tesorero en Nuevo León, prevé un 2022 mucho mejor que este año, dado que no habrá tanta presión en las finanzas públicas (como la realización de las elecciones y equipamiento hospitalario).
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El funcionario, quien repetirá en el cargo como responsable de las finanzas públicas del estado con el gobierno de Samuel García Sepúlveda, aseguró que pinta mejor el 2022 en este tema.
“Seguimos teniendo un déficit financiero, pero tiene un grado de manejo mejor, pero ahí está el reto para que este desbalance sea positivo. Sin duda, lo hubiéramos tenido si no se tuviera la pandemia de covid-19.
“Sí pinta mejor, pero todavía hay retos, hay presiones de gasto que no van a estar presentes en el 2022, no habrá elecciones y habrá mayores participaciones federales que ayudará mucho”.
Garza Ibarra, que repetirá en el cargo de responsable de las finanzas públicas del estado con el gobierno de Samuel García Sepúlveda, descartó que la nueva estructura gubernamental plateada por el gobernador electo signifique un mayor gasto gubernamental.
“No hemos hecho el ejercicio de lo que podría ser el impacto económico de la nueva estructura de gobierno, pero la instrucción del gobernador electo es que sea cero, la estructura tendrá que ser: crea esto, pero reduce en otra área tanto, o se eliminará algo. Será con esa lógica”, expuso.
Al presentar un informe sobre la situación financiera que guarda el estado en el marco de los trabajos del equipo de transición del gobierno electo, Garza Ibarra afirmó que el gran reto de la siguiente administración será disminuir el déficit financiero, el cual se ubicará al cierre de este año en 2 mil 754 millones de pesos. Otro elemento que será un desafío es la inversión pública productiva rubro donde recomienda impulsar las asociaciones públicas y privadas para obtener recursos.
Sobre el gasto denominado irreductible, -que significa que no puede ser modificado porque son compromisos inamovibles para la administración estatal-, el tesorero detalló que apenas queda un 12 por ciento de los recursos para maniobrar, lo que representa unos 94 mil 323 millones de pesos.
“Ha estado fluctuando entre 88, 89 por ciento e incluso el 90 por ciento. No podemos dejar de pagar todo lo que está en la Ley como transferencias hacia los municipios, los intereses, amortizaciones, el servicio de la deuda, ni los sueldos del magisterio, ni a los Poderes, o los organismos autónomos y cuando hay una elección como fue en este año hay que destinar recursos que son del estado”.
El funcionario indicó que entre el gasto educativo y en seguridad, el pago de pensiones, las aportaciones a municipios, poderes y organismos autónomos, y el gasto federal etiquetado se erogan más de 94 mil millones de pesos, de los 107 mil millones presupuestados para este año.
Por el lado del gasto reductible (que sí se puede mover) están los programas sociales; organismos y fideicomisos, inversión nueva, comunicación social, en estos rubros es lo que el gobierno ajustó.
Carlos Garza Ibarra evadió contestar la pregunta de los medios sobre sí habrá recursos económicos para enfrentar los compromisos financieros de fin de año, como pago de sueldos, aguinaldos, entre otros.
Durante la presentación, el tesorero del estado destacó las reducciones de gasto que ha aplicado el gobierno actual y que se ha generado ahorros desde el inicio de la actual administración en prácticamente todos los rubros, con excepción de seguridad, educación y salud.
Resaltó que el costo de la burocracia, sin contar a los cuerpos policiales, se redujo del 9 al 6 por ciento del gasto estatal.
“Hemos hecho un ejercicio muy importante de contención del gasto", expuso.
A lo anterior, se suma que en 2020 y 2021 se hizo un esfuerzo de ahorro adicional por la pandemia, generando una disminución de gasto por más de 7 mil millones.
La inversión en Salud en este periodo, comentó, fue de 2 mil 770 millones.
Resaltó como principales retos: garantizar la inversión para el desarrollo del estado; consolidar proyectos mediante el esquema de las APP; disminuir el déficit financiero e instrumentar acciones para hacerle frente al crecimiento poblacional el cual es mayor al nacional, entre otros desafíos.