La Cámara de Diputados no ha cumplido su obligación de garantizar que el Presupuesto de Egresos de la Federación se ejerza con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez, así lo concluyó el estudio “La Negociación Política del Presupuesto 1997-2018”, elaborado por la consultora Integralia.
Dicha investigación señala que, en los últimos 20 años, los diputados federales han privilegiado el arreglo político, el clientelismo y los moches, antes que garantizar que el gasto público sea una palanca para el desarrollo del país.
- Te recomendamos Comité de Ética de San Lázaro revisará caso Charrez Política
Luis Carlos Ugalde, director de Integralia, detalló que la cultura de los moches en la Cámara de Diputados comenzó en el sexenio del ex presidente Vicente Fox bajo el concepto de “presupuestos etiquetados” pero que fue durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto cuando el fenómeno se generalizó y se institucionalizó “la industria de los moches”.
Lo anterior, comentó, mediante la creación de fondos dentro del Ramo 23, para pavimentación y desarrollo municipal, infraestructura deportiva y cultura, que los diputados asignaron libremente a gobiernos municipales y estatales.
“Hay un círculo vicioso de impunidad presupuestaria. Tenemos un Congreso que comúnmente ha sido inexperto, con escasa profesionalización. Hay desinterés en los temas presupuestarios, la mayor parte de los diputados se concentran en su bolsa de libre asignación” dijo Ugalde.
El estudio revela también que, entre 1987 y 2018, el gasto público aprobado por la Federación creció más de 100 por ciento; sin embargo, apunta que diversos indicadores de bienestar son iguales o peores que a finales del siglo XX.
EVL