La organización civil Asistencia Legal por los Derechos Humanos (Asilegal) hizo un llamado al Estado mexicano a destinar dinero público para la creación de espacios físicos y la habilitación de personal especializado en los reclusorios del país. Así, busca incluir atención de médicos pediatras para atender las necesidades de la niñez en prisión.
Asimismo, urgieron a las autoridades responsables de vigilar el bienestar de los infantes en México a que se respete la Ley Nacional de Ejecución Penal en los reclusorios, la cual habla de los derechos que tendrán los menores de edad que acompañan a sus madres en reclusión.
Con cifras del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP 2019), la organización civil afirma que, al día de hoy, existen alrededor de 500 menores de edad en las prisiones mexicanas.
Como es previsible “los primeros años de vida de estas niñas y niños están marcados por la precariedad”, lo que reforzó su argumento de un “Estado ausente que no ha hecho nada por respetar la normativa internacional y nacional al respecto”.
“Dentro de las prisiones mexicanas, existen dos clases de servicios especializados: por un lado, áreas de maternidad y por otro, espacios para educación temprana de los y las niñas. Sin embargo, de 27 espacios de educación temprana que se encontraban en México en 2018, 12 se localizan en Michoacán”, destacaron.
En un Pronunciamiento con motivo del Día del Niño y la Niña, la organización precisó que las cifras “nos dan a entender que casi la mitad de las entidades federativas no cuentan siquiera con uno de estos”.
Alertaron que, en esas condiciones, la pandemia de covid-19 “ha complicado aún más el escenario para la niñez en prisión”, por lo que calificaron como urgente la intervención de las autoridades.
La organización mexicana, experta por la defensa de las personas en prisión, mencionó datos de la Encuesta Nacional de la Población Privada de Libertad (ENPOL 2016), de la que destacó que, en materia de servicios médicos, el 66 por ciento de las mujeres internas no cuentan con atención especializada. En tanto, el 80 por ciento de los niños y niñas en prisión no cuentan con ningún tipo de atención escolar.
En materia de alimentación, la situación es parecida, pues “casi el 58 por ciento de las mujeres reportan que sus hijas e hijos no reciben alimentos acordes a su edad, lo cual impacta directamente en su desarrollo físico y les deja en un riesgo latente de enfermar”, acusó.
Otra realidad igual de grave es la separación de los menores de sus madres, lo que provoca que los infantes crezcan con la ausencia de sus padres.
“En muchos, casos por razones de seguridad las niñas y niños han sido separados de sus madres, retirados de los centros penitenciarios y puestos a custodia del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, sin considerar ningún tipo de acondicionamiento previo o transición”, apuntaron.
LP