La diputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Citlali Jaramillo Ramírez, presentó un acuerdo económico ante el Pleno del Congreso del estado para exhortar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a que realice una inspección a la infraestructura hídrica de la región de Tula con la finalidad de iniciar acciones de mantenimiento en la zona afectada por el desbordamiento del río Tula.
Planteó también exhortar al Congreso de la Unión a que en el marco del presupuesto de egresos de la federación de 2022 etiquete los recursos necesarios al gobierno del estado de Hidalgo para la reanudación de las obras de revestimiento de la presa Endhó y con ello evitar catástrofes futuras.
Recordó que en 2017 le fue autorizado a la Comisión Nacional del Agua un proyecto de ampliación y revestimiento del río Tula que comprendía desde la zona donde inicia el área de aportación de los emisores hasta la presa Endhó, dicha obra dotaría de mayor capacidad en volumen y velocidad de recorrido de las aguas con la finalidad de evitar inundaciones en la ciudad de Tula.
“Desafortunadamente debido a la presión constante de grupos ambientalistas los cuales argumentaron tala inmoderada de árboles en el lecho del río, aunado a diversas manifestaciones por parte de pobladores y campesinos, la obra fue suspendida”, sostuvo.
Mencionó que en 2019 el recurso fue cancelado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ante la imposibilidad de ejecutar la obra argumentando problemas sociales.
Agregó que como medida de mitigación de la contaminación del medio ambiente que subsiste en la región, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Conagua en conjunto, autorizaron la construcción de una macroplanta de tratamiento de aguas residuales en Atotonilco de Tula, donde principalmente se trataría en mayor porcentaje las aguas residuales que emite el Túnel Emisor Central.
“La planta inició operaciones con una serie de manifestaciones en contra de su operación, principalmente de los grupos de campesinos no transferidos, ya que argumentaban que las propiedades del agua negra son benéficas para los cultivos de toda la región”, sostuvo.
Ante esta situación, apuntó, la Comisión Nacional del Agua cuenta con una serie de estudios de suelo que históricamente se han realizado con lo que se comprueba que el agua negra tiene una afectación delicada sobre los cultivos, la salud de los pobladores y el medio ambiente en general.
Mencionó que de acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios el agua tratada está autorizada para su uso en cultivos de hortalizas ya que garantiza mejor calidad en el producto alimenticio.
“Es tiempo de hacer un análisis serio y contundente a partir de lo ocurrido en nuestra entidad hace un par de semanas con la finalidad de restablecer los fondos que permitirán atender a la brevedad cualquier tipo de desastre de una manera transparente y bien dirigida, no podemos permitir que por faltas u omisiones pudiera repetirse lo sucedido porque vulnera la vida y seguridad de familias además genera un menoscabo en su economía y algo muy, importante su salud”, concluyó.