Había concluido la sesión del Congreso local. Habían terminado también las entrevistas de prensa que producen las noticias del día con los personajes del día, ahí en el centro de la Sala de Sesiones. Es entonces que la diputada Adela Pérez Espinoza del PRI busca a Lucero Ambrocio Cruz de Morena para extenderle la mano y felicitarla por la iniciativa que ha presentado.
Las dos diputadas tienen un origen común. Ambas acostumbran al usar la tribuna saludar en su idioma materno. Adela en Náhuatl de la Huasteca y Lucero en Hñahñú del Mezquital.
“Comprendo perfecto el fondo de tu propuesta” –le dice Adela--, las comunidades sufren enfermedades que deben ser atendidas con humanidad. Lucero toma sincero el mensaje, lo agradece y coinciden: desde Pachuca las cosas se perciben pasaderas, pero la realidad en las comunidades es muy diferente.
Lucero Ambrocio ha presentado la primera iniciativa para reforma constitucional de esta 64 Legislatura y pretende, con esa reforma, transformar el sistema de salud en Hidalgo que no alcanza a cubrir siquiera una atención básica en donde más se requiere.
La reforma proyecta modificar el artículo 8 y crear un artículo 8 TER. Roxana Montealegre de Morena preside la sesión y le sorprende el término 8 TER; lo cree un error. Antes de cederle la palabra a su compañera pide públicamente enmendar ese adverbio numeral en latín que ella –así queda en evidencia—desconoce. Gira la cabeza en busca de los abogados del Congreso para, por segunda ocasión, buscar corrección a un error que no existe. Con la paciencia de un santo y con la mayor discreción posible, el Secretario de Servicios Legislativo explica a la presidenta que en todas las Constituciones del mundo cuando existe necesidad de incrustar un artículo nuevo sin romper la secuencia histórica del documento central, se agregan los artículos bis, ter, quáter, etcétera.
La diputada Montealegre aprendió de esta técnica legislativa desde la misma silla de la Presidencia de un Congreso.
La sesión de este jueves recibe también la segunda iniciativa al hilo de la única diputada del PRD en el Congreso local. Areli Rubí Miranda propone ahora cambios a la Ley de Trabajadores del Estado y Municipios para que las mujeres empleadas por el gobierno puedan disfrutar de derechos inherentes a su condición de género como en condiciones de embrazo, lactancia u horarios seguros.
Este jueves las butacas del Congreso han sido ocupadas por maestros del Movimiento de Base Magisterial que vienen a escuchar a la diputada Doralicia Martínez de Morena. Ella, una abogada originaria de Huautla ha pedido la tribuna para hacer un exhorto a la Secretaria de Educación del estado. Exige subsanar despidos y cambios producto de “una represión” que no dice por qué ocurre, pero cuando menciona a la sección 15 del Sindicato de Maestros se siente de inmediato que el reclamo es hacia la dirigencia del gremio.
Las expresiones de los asistentes dejar ver el coraje atravesado que traen en contra del sindicato. Los diputados Miguel Ángel Peña del PT y Crisóforo Rodríguez del Panal atizan ese resentimiento lo que provoca mayores gritos de los maestros inconformes. La presidenta Montealegre por primera ocasión en el mes ejerce su autoridad para pedir compostura a los asistentes.
Como en todas las sesiones no podía faltar la intervención de Víctor Osmind Guerrero de Morena que le entra a todo tipo de asuntos. Ayer, como si fuera un tema original pide dejar de usar bolsas, botellas y popotes de plástico.
Otras dos diputadas de Morena tienen temas para exponer: Lisset Marcelino Tovar de Mixquiahuala denuncia que la nueva clínica de salud en Progreso no tiene aparatos de rayos X en tanto que Susana Ángeles pide a los ayuntamientos de Tizayuca y Tolcayuca que busquen un “convenio amistoso” para definir sus límites territoriales y evitar conflictos ante el acelerado crecimiento urbano de la zona.
Adela Pérez Espinoza ha sido la más elocuente al usar la tribuna del Congreso local. En su participación ha denunciado violencia en contra de las mujeres indígenas de la huasteca y considera a los usos y costumbres como una serie de prácticas machistas que se ahogan en la impunidad. Promete defender a las mujeres indígenas con toda su fuerza.
Adela Pérez siempre ha usado blusas con bordados indígenas. Al iniciar la sesión Roxana Montealegre al saludarla le ha chuleado la blusa de hoy, principalmente “por la buena combinación que lograste con el saco”. Responde al cumplido con rostro serio.
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