"Ambiente laboral es tóxico": controladores aéreos denuncian 'guerra' en su contra

Los controladores acusaron que se les han impuesto jornadas extenuantes que comprometen la seguridad de los vuelos.

Una cultura laboral tóxica que ha llevado al desgaste extremo de los controladores | Pixabay
Adyr Corral
Ciudad de México /

Al mando de un avión, los errores se pagan con vidas. Pero no toda la responsabilidad recae en los pilotos y su tripulación. Gran parte del trabajo lo hacen los controladores aéreos desde las torres de control de las terminales aéreas.

Tras el incidente registrado este sábado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde casi se cuenta el peor accidente de la aviación civil mexicana en décadas, poco a poco, emergen detalles de una de las razones detrás del problema: una cultura laboral tóxica que ha llevado al desgaste extremo de los controladores.

MILENIO habló con algunos controladores, que narran la guerra que se vive en su contra.

"Es una guerra intensa, constante, el motivo que tienen ellos para deshacer este sindicato es que tenemos demasiadas canonjías, demasiadas cosas que no pueden ellos cumplir", reveló un controlador aéreo a cambio de preservar su anonimato por miedo a sufrir represalias laborales.

Como parte del desgaste extremo, los controladores acusaron que se les han impuesto jornadas extenuantes que comprometen la seguridad de los vuelos y que, por si fuera poco, existe acoso laboral contra ellos si se quejan de dichas condiciones.

“El ambiente laboral es tóxico, todo apunta a que algo puede salir mal. Es inminente que también estén personas afines a la administración pero que no tengan responsabilidad, que no tengan experiencia y que no sean... que no tenga la capacidad y que están ahí en puestos arriba y arriba tomando decisiones que obviamente, todo eso, va a llevar a un desastre”, dijo.

Insistieron en que la situación ha escalado a tal grado, que en algunos casos particulares, el desgaste físico y las jornadas laborales extenuantes están, incluso, afectando la salud de los controladores del país.

“Yo en lo personal, en cada turno esos de 12 horas que nos impusieron, y ya como a unas dos horas antes de salir, de terminar ese turno, ya tenía yo náuseas y mareos”, detalló al respecto uno de ellos.

Otro de los entrevistados dijo sobre las largas jornadas y el ambiente laboral que, en realidad, “es un tema presente desde hace bastantes años debido a que, a pesar, de que las horas extras son muy bien pagadas, si genera una fatiga en el controlador pueden ser riesgosas (…)en estos momentos de incertidumbre, independientemente de las circunstancias, hay mucha gente experimentada y comprometida que trabaja con profesionalismo, se hace lo que se puede con lo que se tiene”.


LG 

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