Si el PRI fuera un paciente estaría “en la sala de terapia intensiva” y con un pronóstico “crítico, pero estable”, aseguró Dulce María Sauri, ex presidenta nacional del PRI, al tiempo de considerar “muy conveniente” que Alejandro Moreno debería hacerse a un lado de la dirigencia nacional del tricolor.
“(El PRI) está estable, lo cual le da la posibilidad de mejorar su condición”, expuso la priista en entrevista para MILENIO.“Tenemos un problema serio: el ataque sistemático al que ha estado sometido el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y que, desde mi perspectiva, sería muy conveniente que él pudiera hacerse a un lado, sin presuponer que es culpable o inocente de los cargos, para que pudiera haber una concentración de lo que el PRI requiere como partido político y una imagen ante la sociedad que no esté rodeada de estos cuestionamientos”, expuso.
En el diagnóstico de la también ex gobernadora de Yucatán, el PRI comenzó a “enfermarse” cuando ganó la elección presidencial de 2012 y culminó su periodo de oposición por 12 años, y la modernización política no fue a la par de la económica.
“Me parece que el gobierno del presidente Peña Nieto fue de grandes transformaciones en lo económico, en otras áreas, pero no en el área partidista.“El PRI, y quienes en ese momento tenían la dirigencia, vamos a decir histórica del partido en el sentido de que la figura presidencial era la preeminente en el PRI, no aplicaron lo mismo que habían aplicado en la economía en cuanto la modernización para el siglo XXI sino aplicaron un esquema de conducta que más parecía del pasado triunfador del PRI, en que el Presidente de la República era la figura central de la vida interna partidista, lo era sin que hubiese oposiciones significativas, pero también en una segunda década del siglo XXI en que la sociedad mexicana se había transformado aceleradamente y la modernización política no acompasó la modernización económica, me parece que de ahí empieza la situación, entrar a un escenario que llega al 2018 con una elección en la parte legislativa llevó otra vez al PRI en la Cámara de Diputados y en el Senado al ser la tercera fuerza política, pero muy lejana de la primera y de la segunda, que fue Acción Nacional".
Otro factor que ‘enfermó’ al PRI, de acuerdo con la ex legisladora federal, fue que dicho partido no le apostó por completo al trabajo territorial.
“Si a esto le sumamos que después de la derrota de 2018 no acabamos de asumir en el PRI que la lucha se centraba en los espacios territoriales de los estados y los municipios, que para poder volver a construir opción para ganar la Presidencia de la República tendríamos que arremangarnos, no sólo la falda sino también la camisa, los brazos o lo que fuera y dedicarnos al trabajo territorial sobre todo porque quienes ganaron la Presidencia representaban un movimiento con maneras y políticas parecidas a las que nosotros tuvimos en las décadas de 1970, los primeros años de 1980.“Todo eso creo que no fue percibido como la necesidad de acelerar los cambios y no atrincherarse porque si hay algún verbo para describir lo que sucedió a partir del 2019 fue atrincherar”.
"Difícil", construir un relato del porvenir con los problemas de Alito
En las últimas semanas el PRI ha estado presente en el debate público y no necesariamente por sus propuestas para enfrentar las problemáticas del país sino por un nombre: Alejandro Moreno.
El dirigente nacional del PRI ha sido criticado tras la filtración de audios en los que se presumen irregularidades en campañas, así como expresiones despectivas contra la prensa.
Aunado a eso, se suman los resultados electorales que el Revolucionario Institucional tuvo en las elecciones de 2021 y 2022, pues a pesar de haber competido en coalición con los partidos Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD), el PRI perdió las gubernaturas de Campeche, Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas, Hidalgo y Oaxaca.
Alejandro Moreno ha sostenido que se mantendrá en la dirigencia del PRI hasta 2023, periodo para el cual fue elegido por la militancia priista.
“Reconozco que el presidente del Comité Nacional tiene todo el derecho legal para sostener su presidencia hasta que ésta concluya en agosto del año próximo, pero sigo pensando que es muy difícil que ese relato del porvenir se pueda empezar a construir con los problemas que tiene el actual presidente”, expuso Sauri.
Sobre el proceso electoral de 2021, Sauri Riacho reconoce que el PRI no logró ganar ninguna gubernatura, pero resaltó la construcción de la coalición Va por México.
“Una parte ciertamente negativa en términos de las elecciones de gobernador o gobernadora que el PRI no logró ganar una sola y estamos hablando que hubo 15 elecciones, casi la mitad de las gubernaturas se eligieron en junio de 2021.“Otra parte fue muy importante en el sentido de la construcción de la coalición Va por México y la posibilidad real de encontrar alianzas electorales que permitieran ganar en espacios que si íbamos por separado nadie iba a ganarle al movimiento mayoritario que hay en este momento, Morena.
“Esta parte que es el logro del 2021 para la coalición, pero desde luego para el PRI, era solamente una de las acciones fundamentales de las que el PRI tendría que desarrollar para el 2022 y no fue así, nos quedamos a la mitad del camino, ni fue nuevamente la coalición electoral para competir y buscar ganar ni fuimos tampoco solos como partido político sino que hubo dos estados que fuimos solos y hasta la fecha es difícil de entender las razones por las que el PRI fue solo especialmente en un estado que gobernábamos, en Oaxaca, y quedamos menos del 30% de la votación".
Oposición no puede apostarle al pasado inmediato; "la sociedad nos dijo que no estaba de acuerdo
Sauri coincidió con Adriana Dávila, ex diputada federal del PAN, en que la oposición ha estado concentrada en responder a la “oposición que nosotros descalificamos y que ahora es gobierno”.
“Sabemos, como muchas veces se ha dicho, todo lo que no queremos que pase: no queremos violencia, aumento de pobres, el flujo de mexicanas y mexicanos en calidad de indocumentados siga creciendo, niñas y niños sigan perdiendo escolaridad… ahí podemos seguir en todos los que no queremos, ¿pero que queremos?”.
Para la ex diputada federal, ni el PRI ni la oposición pueden apostar a volver al pasado inmediato: “la sociedad mexicana nos dijo con claridad, con su voto de 2018, que no estaba de acuerdo con ese pasado, nos lo dijo al PRI, también se lo dijo al PAN, PRD y al propio Movimiento Ciudadano”.
“Lo más urgente para el PRI es construir el relato del porvenir, ese relato que le diga a las familias que están en este momento azotadas por la inflación, el colapso del sistema de salud en México (…) ¿Cuál es el proyecto de salud que vamos a ofrecer para que las personas tengan acceso a un sistema de salud de calidad? Y así nos podemos ir en cada uno de los puntos.“El combate a la violencia, ¿Cómo lo visualizamos? Ya tuvimos oportunidad de gobernar y no logramos abatir la violencia, no es argumento para mí suficiente decir que estábamos menos mal de lo que estamos ahora. El relato del porvenir tiene que traer qué es lo que vamos a hacer para que estemos bien”, indicó.
División dentro de partidos no benefician a la democracia
Sauri sostuvo que las divisiones dentro de los partidos políticos no benefician a la democracia, a la par que las diferencias internas generan desconfianza en la ciudadanía.
“¿Votaría usted por un partido político que adentro está diciendo y descalificándose unos y otros a otros? Si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos, ¿Cómo van a ser capaces de gobernar? Esa es una lógica muy sencilla y muy extendida y muy humana.“¿Cómo me dices que haga algo, que confíe en ti si tus compañeros están diciendo que eres una perfecta calamidad?”, ejemplificó.
La priista añadió que la unidad partidista no surge a partir de un decreto sino se tiene que construir y armar de forma cotidiana.
“Ahora, ante los ataques que ha vivido el PRI como partido en la oposición, no me refiero a la coyuntura actual sino desde que es oposición, en especial desde 2018, en vez de que la dirigencia nacional del PRI, en 2019, (en) abrir el partido, la tendencia fue a concentrar y centralizar las decisiones”, tal como la administración pública lo hace, indicó Sauri.“Al concentrar las decisiones dejas que la vida interna se desvanezca. ¿Cómo es posible que ahora con la reforma a los estatus que se hizo muy acelerada haga que hasta el último candidato a regidor tenga que ser autorizado e inscrito por el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI? Eso no ayuda en absoluto a la vida interna de los comités estatales”, agregó.
JLMR