México debe acelerar su proceso de fortalecimiento de las políticas públicas para el control del tabaco ante el reto adicional de enfrentar la pandemia por el virus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad covid-19 y que ataca directamente los pulmones, informaron organizaciones sociales durante la presentación de la XV Evaluación de la Sociedad Civil de Políticas para el Control del Tabaco.
Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, explicó que el nuevo covid-19 es un virus peligroso y mortal que, combinado con tabaquismo, elevará la cifra de decesos anuales.
La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017 reporta más de 15.6 millones de fumadores, con una edad promedio de consumo a partir de los 12 años. Cada año fallecen en México más de 65 mil 700 personas a causa del tabaquismo, es decir, 180 a diario.
En el mundo, los decesos oscilan en 8 millones anuales y, en la actualidad, un gran porcentaje de los más de 5.5 millones de personas infectadas y de los más de 350 mil muertos por covid-19 tuvieron como puerta el tabaquismo.
En China, 12.4 por ciento de los fumadores murieron, estuvieron en la unidades de terapia intensiva y requirieron ventilación mecánica, en comparación con 4.7 por ciento de los no fumadores.
"De las personas que presentaron síntomas graves, 21.2 por cientoera fumadores, en oposición a los 14.5 por ciento de los no fumadores", añadió Erick Antonio en el Día Mundial Sin Tabaco.
En la conferencia virtual, Eduardo del Castillo, director de CODICE, expuso la necesidad de aplicar medidas que regulen los cigarros electrónicos en todo el país, ya que también afectan la salud.
"El cigarro electrónico y cualquier dispositivo de consumo de nicotina han sido sometidos a una muy estricta regulación en Yucatán, Aguascalientes y Chiapas, estados que recién en el semestre pasado aprobaron leyes locales 100 por ciento libres de humo de tabaco en todo espacio cerrado público y de trabajo.
"Con ello, más del 53 por ciento de la población del país, es decir, el equivalente a 64 millones de personas, ya está protegida fuertemente ante los productos de tabaco y de nicotina, en cualquiera de sus modalidades", detalló.
Por su parte, Adriana Rocha, directora de Sociedad Civil de Polithink, refirió que el tabaco afecta a los deciles más bajos de la población. La gente con menos recursos son los que dedican mayor parte de su ingreso a la compra de tabaco, desplazando gastos esenciales como educación o alimentación. Y tal situación se acentúa en tiempos de crisis, como la que vivimos a causa del coronaviriccus.
Por ello, Belén Sáenz de Miera, académica de la Universidad Autónoma de Baja California Sur e Investigadora de Salud Justa Mx, propuso un mayor al ajuste del impuesto especial al tabaco vigente desde enero que fue, sin duda, un avance sustancial, pero las autoridades deben considerar incrementarlo.
"En el corto plazo eso generaría recursos que en este momento son muy necesarios, pero aún más importante, evitaría cuantiosas muertes prematuras al desincentivar el consumo y promover la cesación. Estamos hablando de un impuesto que salva vidas", planteó.
Al respecto Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Coalición México SaludHable, resaltó que de debe regular "verdaderamente los nuevos dispositivos, pero como parte integral de una reforma completa a la Ley General para el Control del Tabaco, eso se debe y se puede".
"Podrán hacerlo un gobierno y una sociedad que comprendan a cabalidad lo que está sucediendo en la vida de todos con la pandemia del SARS-CoV-2 que decidan actuar como pocas veces sucede, juntos, para entender que la salud es el bien esencial que nos permite ser como nación, ser de ésta. La salud no puede seguir siendo asunto político de segunda división", indicó.
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