En México, alrededor de 4 millones 200 mil estudiantes, desde educación preescolar y hasta nivel medio superior, están en riesgo de abandonar sus estudios por afectaciones económicas, familiares y de motivación, causadas por la pandemia de coronavirus, advirtió la organización Mexicanos Primero.
David Calderón, presidente ejecutivo de la organización, explicó que la estimación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) sobre que 2 millones 523 mil 330 alumnos de preescolar, primaria y secundaria abandonaron las clases en el ciclo escolar 2019-2020, se incrementaría al doble con consideraciones como la tendencia regular de abandono escolar por año, así como la cifra de aquellos que no pudieron atender los aprendizajes a distancia.
Detalló que en un año regular el estimado de deserción escolar hasta nivel medio superior es entre 800 y 900 mil estudiantes. Por ejemplo, en el ciclo escolar 2018-2019, unos 52 mil alumnos abandonaron la educación preescolar, 75 mil la primaria, 280 mil la secundaria, y 551 mil el nivel medio superior; es decir, 958 mil no continuaron sus estudios.
A estas cifras promedio que la SEP ya consideró en su reporte de deserción más reciente, Calderón destacó que se le sumaría el estimado de estudiantes reportado por la propia autoridad educativa federal, que no pudieron tener contacto con sus docentes por ninguno de los medios, ya sea televisión radio o internet.
De esta manera, poco más de un millón 600 mil alumnos no reportaron los aprendizajes durante el confinamiento por la pandemia, lo que significa que no hay certeza de que continuaron con sus estudios.
“La SEP reporta que la cifra de deserción en educación básica sería de más de 2 millones, nosotros creemos que el riesgo es para un grupo más grande, identificando diversos factores, sería una población de alrededor de 4 millones 200 mil alumnos. No sabemos si el 24 de agosto estarán esos poco más de 4 millones”, indicó.
El presidente de Mexicanos Primero resaltó que aunque no existen datos certeros sobre esta problemática, pues hasta ahora no hay reportes completos de deserción escolar por parte de los estados, el tema debería ser de la mayor urgencia para el gobierno federal.
Ante ello, instó a la aplicación de estrategias de acompañamiento efectivo de docentes y estudiantes para que a pesar de la distancia haya una motivación de los alumnos.
“Es un asunto de seguridad nacional que no haya un abandono porque esto va a redundar en otras problemáticas. Cierto que es una crisis en todo el mundo, las brechas que ya existían de aprendizaje y económicas se agravarán, pero en nuestro país esperaríamos estrategias sólidas generalizadas con objetivos muy focalizados para evitar que los alumnos abandonen la escuela y no lo estamos viendo”, señaló.
Existen por lo menos cuatro razones esenciales para abandonar la escuela en tiempos de pandemia, advirtió el especialista en educación.
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La primera tiene que ver con un entorno adverso, en el que en el núcleo familiar exista maltrato, violencia doméstica, abuso sexual, trabajo peligroso y perjudicial, los cuales se hayan agravado con el encierro prolongado provocado por la pandemia.
El segundo se refiere a afectaciones a la salud derivadas de los efectos económicos de la pandemia, como desnutrición y agravamiento de padecimientos previos, falta de tratamiento en enfermedades como cáncer. A esto se suma el contagio o defunción por covid, ya sea de los menores o alguno de sus familiares.
Un tercer aspecto se refiere al cambio de domicilio y por tanto abandono del plantel escolar de referencia, esto debido a que los padres perdieron el empleo, debieron acortar gastos, dejar de pagar renta e ir a vivir con familiares, lo que también repercute en la disolución de vínculos con sus pares. Incluso, dijo, algunas familias debieron moverse de estado para atenuar los efectos económicos de la emergencia sanitaria.
En cuarto y último, la falta de contacto con las oportunidades de aprendizaje, es decir los estudiantes que se desmotivaron por no tener acceso a señal de televisión o internet.
“No sabemos si esta deserción es una decisión definitiva, pero muchos dicen para qué me inscribo este año si no voy a aprender bien, mejor me voy a trabajar y el siguiente año regreso.
“El problema es que no es lo mismo, dejar la escuela, dejar de aprender se pierde el ritmo y volver a agarrarlo es imposible. Hay estudios que advierten que quien deja de estar en contacto con la escuela por más de dos meses cuando busca retomarlo es muy difícil”, explicó.
FLC