El ataque armado frente al palacio municipal de Guaymas, Sonora, perpetrado al término de una manifestación feminista tenía como objetivo al jefe de la policía local, Andrés Humberto Cano Ahuir, quien también es capitán de fragata de la Secretaría de Marina, reveló el titular esta dependencia, José Rafael Ojeda.
Según las autoridades, Cano Ahuir ya había recibido amenazas por parte del crimen organizado mediante videos y mantas colgadas en lugares públicos.
Desde Irapuato, Guanajuato, Ojeda descartó que los criminales fueran contra la alcaldesa morenista Karla Córdova. “Desgraciadamente hubo daños colaterales”, sostuvo el secretario, al referirse a Lucero Marisol Cuadras, de 18 años, hija de un marino, y un escolta de la alcaldesa.
“No fue un ataque directo a la alcaldesa; coincidió que estaban la alcaldesa y el secretario de Seguridad, había una manifestación de mujeres, los dos bajaron a platicar con ellos y en ese momento se dio la agresión, pero iban sobre el capitán, sobre el secretario”, explicó el funcionario.
En la agresión, ocurrida alrededor de las 18:40 horas del jueves, también falleció un criminal, contra quien pesaba una orden de aprehensión y al que en al menos dos ocasiones las autoridades estuvieron a punto de detener.
“Desgraciadamente hubo daños colaterales, un policía, el sicario y una muchachita como parte de la manifestación, que por cierto es hija de un miembro de la Armada, se está atendiendo lo relacionado a este caso, vamos a tratar de tener información de inteligencia para ir sobre este grupo que está en la región”, señaló.
En tanto, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, la fiscal Claudia Indira Contreras Córdova, y la secretaria de Seguridad Pública, María Dolores del Río Sánchez, se reunieron con familiares de Lucero Marisol para reiterarles el compromiso de que el caso no quedará impune.
La fiscalía se comprometió a que la familia reciba atención y acompañamiento psicológico por parte de personal especializado del Centro de Atención a Víctimas, mientras que el gobernador declaró sesión permanente con los altos mandos de seguridad estatales y federales para dar seguimiento puntual a las investigaciones.
Tras estos hechos arribaron a Sonora el titular de Inteligencia Naval y el jefe del grupo de Fuerzas Especiales de la Marina, así como 100 marinos que reforzarán las tareas de seguridad junto con 200 policías estatales.