"Academia y activistas no hemos sabido explicar la gravedad de la crisis del INAI": investigadora

Para ella, en contraste de lo que ocurrió con el INE, del INAI poca gente sabe realmente cómo y para qué sirve.

Ángeles Estrada, profesora del Tecnológico de Monterrey (Jesús Quintanar)
Rafael Montes
Ciudad de México /

Ángeles Estrada, profesora del Tecnológico de Monterrey y directora ejecutiva de la Iniciativa de Transparencia y Anticorrupción, lo reconoce: los académicos seguimos moviéndonos en lo etéreo y no sabemos aterrizar nuestro discurso para que los ciudadanos comunes entiendan la gravedad por la que atraviesa el país.

En entrevista con MILENIO, Estrada reflexiona sobre la crisis por la que atraviesa el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que desde el pasado 1 de abril se mantiene inoperante ante la ausencia de tres comisionados, que no han sido designados por el Senado por falta de voluntad política.

“Seguimos hablando ‘en chino’ estos temas que tendríamos que poder transmitir de forma sencilla y ciudadana”, admite la académica.
Y es muy grave no poder comunicarlo tan fácilmente, dice, porque sin el INAI, el derecho de acceso a la información, uno de los fundamentales, de los básicos, establecido entre las primeras garantías individuales que aparecen en la Constitución Política, no sirve.
Si tú no tienes dónde quejarte cuando te violentan un derecho, el derecho no sirve para nada”, resume.
“Ha sido un error de nosotros y de organizaciones de la sociedad civil no poder transmitir la gravedad de la situación en la que estamos. Es un derecho fundamental, de los básicos, que se va a ver restringido, limitado y a lo mejor hasta terminado, porque si Andrés Manuel López Obrador emite un decreto diciendo ‘no quiero que respondan absolutamente nada’, te puedo asegurar que nadie va a responder y ahí sí ya se nos terminó el derecho de acceso a la información”, comenta.
“Me preocupa, porque si la ciudadanía no hace suyo este problema, vamos a tener muy poco con qué negociar, vamos a tener un frente de presión muy pequeñito, que somos nosotros (la academia) y las otras 20 organizaciones que estamos en esto. No lo vamos a poder lograr si no tenemos más masa crítica”, insiste la profesora.

Para ella, en contraste de lo que ocurrió con el Instituto Nacional Electoral (INE), cuando ante la propuesta presidencial que amenazaba con desmantelarlo, miles de personas salieron a la calle para protestar, del INAI poca gente sabe realmente cómo y para qué sirve.

“A diferencia del INE, que lo hicieron muy bien y le explicaron muy bien a la gente qué era lo que estaba en juego con el plan de López Obrador, nosotros no hemos podido hacer eso y creo que es porque el derecho de acceso a la información no es un derecho al que naturalmente se acerque la gente, no lo ven tan cercano como ir a votar, hasta que lo tienen que utilizar, hasta que lo necesitan”, explica.

Un instituto paralizado

Mientras más días pasan ─y pese a las resoluciones judiciales que obligan al Senado a nombrar ya al menos a un comisionado─, el INAI sigue inoperante y en el Senado la designación sigue entrampada.

El lunes se dio a conocer que el Juzgado Decimoséptimo de Distrito en Materia Administrativa admitió una petición del Consejo Consultivo del INAI en la que se solicita que sea la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la que convoque a un periodo extraordinario para proceder a la designación de dos comisionados del instituto.

Sin embargo, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, advirtió que la Comisión Permanente no convocará antes del 4 de junio, día de la jornada electoral en el Estado de México y Coahuila, a una sesión extraordinaria en donde se podría designar a los comisionados faltantes.

Ante ello, Ángeles Estrada asegura que la inoperancia del INAI y el riesgo de que desaparezca ─si es que se acata la instrucción del Presidente─ dejaría desprotegidos a los ciudadanos y estaríamos frente a la extinción de un derecho humano universal.

“El ejercicio del derecho de acceso a la información se va a detener en seco. De por sí era un derecho que no estaba muy socializado y todo el avance de 20 años, se va a perder por completo, por un año, o lo que dure, de no ejercerlo. Volverlo a poner en práctica, volver a dotar de recursos a una institución, volver a hacer una burocracia profesionalizada, nos va a costar años”, advierte Estrada.

La directora de la ITAC describe la importancia del INAI como una piedra angular de un sistema de rendición de cuentas, que, si se desensambla, inhabilita a todo el aparato. Y es por eso, dice, que la estrategia de López Obrador ve un “mundo ideal” sin instituto.

“Lo veo como un bloque porque a través del INAI, muchas personas pueden seguir solicitando información del gobierno federal, de sus políticas, todas estas cosas que por ley tienen que contestar y creo que eso les quita tiempo”, opina.
“Entonces creo que el INAI es, ahora mismo, dentro de su estrategia de destrucción ─qué feo, pero sí, creo que eso es─, un eslabón pequeñito que le da oportunidad a que, si lo tiran, entonces otras cosas van a ser mucho más fáciles de tirar, porque si ya no hay posibilidad de preguntar, si ya no hay posibilidad de saber, ya no hay posibilidad de quejarse, entonces todo se hace mucho más sencillo”, agrega.

Para Estrada, al gobierno de López Obrador le desgasta tener que estarle contestando diariamente a la gente ‘¿por qué hicieron esto así? ¿por qué no de la otra forma? ¿por qué dice el Tec que ustedes esto o aquello?’.

“Siento que eso lo desgasta y cuando ve de dónde sale toda esa información, dice ‘voy contra éstos’. A eso me refiero con que, quitando al INAI, quitas la posibilidad de quejarte. Le choca que la gente se queje”, añade la académica.

Ángeles Estrada reconoce, además, que a pesar de que tanto académicos como organizaciones de la sociedad civil han estado pendientes de cada una de las decisiones que ha tomado el gobierno federal, la inoperabilidad en la que quedó el INAI, en una combinación de tardanza del Senado y veto presidencial, sí llegó un poco de sorpresa y no estaban preparados para ese escenario.

“Pensé que no le iba a dar tiempo y pensé que para él había cosas más importantes que la transparencia y el acceso a la información que tenía que destruir antes”, lamenta.

HCM

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