Con las elecciones del 2024 se ha vislumbrado el ocaso del Sol del Partido de la Revolución Democrática (PRD), debido a la falta de votos necesarios para mantener su registro como institución política ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
“Continuamos en la pelea. (...) El PRD está vivo”, escribió el dirigente Jesús Zambrano en su cuenta de X con esperanzas de hallar en los votos nulos el salvavidas que los libre del olvido. “Es muy probable (...) que hayan votos que no se contabilizaron bien y puede que ahí estén los votos que le hacen falta al PRD para la elección de diputados federales”, sostuvo en entrevista con MILENIO Televisión.
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El INE terminó cómputo de los votos para la Presidencia en la tarde-noche del 6 de junio, y las cifras intensificaron el pronóstico que la opinión pública había formulado desde el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP): el final del PRD.
La organización política fundada en 1989 obtuvo el 1.8647% de la votación federal, equivalente a poco más de 1.1 millón de sufragios y alejado por 1.13% del 3% mínimo requerido por la Ley para mantener su registro como institución nacional.
Así, el Sol Azteca estaría buscando el milagro electoral con un porcentaje más bajo de lo que en 2021 obtuvieron el Partido Encuentro Social (PES), Fuerza por México (FPM), y Redes Sociales Progresistas (RSP); triada que, pese a los esfuerzos para salir avante, terminó por desaparecer.
¿El fin del PRD?
La caída de los longevos
Los años 90’s atestiguaron el fin del Partido Demócrata Mexicano (PDM) que culminó su presencia en la vida política comenzada en la década de los sesenta. El registro (solicitado en 1977) lo obtuvo por el apoyo ciudadano obtenido en las elecciones federales de 1979, mismo que posteriormente, en 1982, lo convertiría en el partido de oposición con mayor incremento de votos tan sólo por detrás del Partido Acción Nacional (PAN).
Sin embargo el PDM no alcanzó el mínimo de sufragios requeridos para la elección de Diputados y Senadores de 1991, y de ese modo el 8 de noviembre de ese año cerró un ciclo en el círculo político mexicano.
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Aquellas elecciones (de 1991) también se llevaron el recuerdo de otros tres partidos, cuyos nombres habían vislumbrado por tan sólo unos meses antes de los comicios: Partido Revolucionario de los Trabajadores, Partido del Trabajo (PT) y Partido Ecologista de México (PVEM).
Cabe señalar que el PT y el Ecologista de México lograron constituirse nuevamente en 1993 y desde entonces no han vuelto a perder su registro. Actualmente el partido de la estrella amarilla tiene 457,624 personas afiliadas, mientras que el del tucán cuenta con 592,417— ambos superando por más de 200 mil registros al mínimo de militantes requeridos por el INE (246,270).
Así como el PT y el PVEM, el PDM recuperó su registro en 1993, pero la unión que hizo con pequeñas fuerzas opositoras no fue suficiente para conseguir los votos mínimos y volvió a desaparecer en 1994. La historia se repitió en 1996 y así las elecciones federales de 1997 fueron las últimas en las que el partido del gallo rojo participó como tal.
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En 2000 el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) desapareció de la vida política del país en la que había figurado desde 1954 como un afín a los principios de la Revolución Mexicana.
El grupo caracterizado por apoyar aspirantes del PRI había perdido su registro en 1982 y aunque lo recobró en 1984, los pocos sufragios obtenidos diez años después volvieron a quitárselo. Según el INE, el PARM conjuntó tan sólo el 0.55% de los votos en los presidenciables de 1994, el 0.77% en la de Senadores y 0.82% en la de Diputados.
Finalmente en 1999 se lanzó por última vez a unas elecciones federales con Porfirio Muñoz Ledo como presidenciable. Pero las fricciones de éste con la dirigencia del PARM condenó al partido a su final, luego de que el candidato declinó a favor de Vicente Fox Quesada y dejara al PARM sin postulante en los comicios.
Su declive empezó después de aquellos comicios, cuando el partido se distanció de Cárdenas toda vez que se unió al de la Revolución Democrática (PRD). Esto le costó perder su registro en 1994 y de manera definitiva en 1997; sus últimos registros indican que obtuvo el 0.32% de los votos en la elección de Senadores por vía proporcional y 0.33% en la de Diputados por ambos principios.
Su última lucha fue en 1997. En aquella época compitió por la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal con Pedro Ferriz Santa Cruz, pero los resultados arrojaron que sólo 1.12% de las y los votantes apoyaron al partido en los comicios de Senadores proporcionales y 1.09% lo hicieron para la de Diputados.
Los de ‘sólo un año’
Mientras en el 2000 Vicente Fox celebró la alternancia partidista de la mano con el PAN, el INE preparaba la baja de partidos a los que tan sólo un año atrás se le había otorgado el registro: el Partido de Centro Democrático y Democracia Social.
Por su parte el Partido de la Sociedad Nacionalista y Partido Alianza Social (PAS) ‘sobrevivieron’ a los comicios del milenio, más no a los que renovaron a la Cámara de Diputados (por ambos principios) tres años después.
Cabe señalar que Alianza Social se conformó por varios militantes del extinto PDM y su supervivencia en el 2000 fue gracias a la coalición que postuló a Cuauhtémoc Cárdenas en aquellas presidenciales; sus propios medios fueron insuficientes para lograr el registro tal cual se vio en el 2003.
Los registros del Partido Liberal Mexicano (que hacía honor al fundado por Ricardo Flores Magón en 1906), México Posible y Fuerza Ciudadana tampoco sobrepasaron el año: el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) les otorgó el aval en 2002 y se los quitó en el 2003 ante la falta de votos mínimos requeridos por la ley.
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Patricia Mercado, líder del extinto “México Posible”, formó parte de los ex militantes que en 2005 fundaron el Partido Socialdemócrata (PSD). Poco después de obtener su registro la hoy senadora contendió como candidata a la presidencia, pero el ala campesina lanzó a Víctor González Torres (hoy conocido como el Dr. Simi) e impugnó— sin éxito— la postulación de Mercado.
Pese a la fractura interna por la candidatura, los votos que Mercado obtuvo (2.70%) ayudaron al PSD a mantener su registro; no así en 2009 cuando lo perdió tras juntar el 1.03% del total de votación de Diputados por ambos principios.
Víctimas del 3%
La reforma político-electoral promulgada por Enrique Peña Nieto en 2014 cambió las reglas del juego: no sólo modificó la fecha de la toma de protesta del Presidente o el inicio de las legislaturas en el Congreso, también el umbral mínimo para que los partidos políticos conserven su registro.
El registro se condicionó a obtener el 3% del total de la votación emitida, cuando antes se requería por lo menos el 2%. No conseguirlo es causa de pérdida de registro, según lo dicho en el Artículo 94 de la Ley General de Partidos Políticos.
Aquella legislación costó el registro de partidos políticos que habían superado el mínimo anterior (2%) tales como Partido Humanista en 2015 o Nueva Alianza en 2018.
Pese a que en la presidencial juntó 1.02% de los votos, el bando turquesa registrado desde 2005 obtuvo 2.41% en las elecciones de Senadores por mayoría relativa; 2.40% en la proporcional; 2.58 en la de Diputados por relativa, y 2.57% en la proporcional.
Contrario con Encuentro Social que alcanzó el 2.78% en la presidencial; 2.43% en Senadores relativa y proporcional cada una, y 2.51% en la relativa de Diputados y 2.50% en proporcional. La pérdida de registro de ambos partidos se hizo oficial en la publicación del DOF del 21 de septiembre del 2018.
Mientras que de la tripleta de partidos que perdieron su registro en las elecciones de Diputados del 2021, sólo Fuerza por México (FxM) y el Partido Encuentro Solidario (PES) superaron el 2% que les habría asegurado su validez en años anteriores; Redes Sociales Progresistas (RSP), por su parte, logró el 1.83% de la votación.
ASG