La agrupación Unidos por Tula analiza sí solicitará la intervención de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) por el caso de los colchones reciclados que fueron entregados a damnificados en Tula de Allende, pues dicha entrega “coronó” la corrupción gubernamental registrada en el municipio durante los últimos años.
Lo anterior lo señaló Noé Paredes Meza, fundador y dirigente de la agrupación, quien dijo que desde hace algunas administraciones municipales ha evidenciado casos de corrupción y para ello ha recurrido a instancias como la Contraloría estatal y la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH), sin que hasta ahora haya una respuesta a alguno de los casos.
Esta inacción estatal preocupa a la agrupación, dijo, pues favorece que se presenten nuevos casos, como el de los colchones reciclados, que es sólo la punta de la corrupción, pues hay muchos casos denunciados en los que la autoridad estatal ha sido omisa en su actuación.
Reveló que como agrupación solicitaron en su momento a través del área de Transparencia la información sobre esta compra y derivado de ello supieron que el gobierno local gastó casi un millón de pesos en estos colchones reciclados.
Y después de lo que los damnificados que recibieron estos colchones reciclados han encontrado en su interior ya analizan interponer las denuncias correspondientes para que las instancias como la Cofepris, Profeco y la PGJEH atraigan las investigaciones, cada una con su enfoque.
Unidos por Tula
Noé Paredes explicó que Unidos por Tula ha brindado apoyos a damnificados tras la inundación por el desbordamiento del río, equipando incluso algunas viviendas, y como parte de esos recorridos los pobladores les informaron sobre el caso de los colchones que le había entregado el presidente Manuel Hernández Badillo, pero que no usaban por encontrarse en malas condiciones.
Esto debido a que son colchones reciclados o reconstruidos y fue a raíz de ello que comenzaron a revisarlos e incluso dijo que solicitaron la información a través del área de Transparencia y supieron sobre el costo de esta compra y comenzaron a indagar sobre la calidad de los mismos.
Al enterarse de esta situación más damnificados comenzaron a revisar sus colchones y se percataron que eran reciclados, por lo que representaban un riesgo de salud por los materiales usados, pues se encontraron anomalías y en protesta algunos los quemaron frente al ayuntamiento de Tula.