La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revisará la resolución que ordenó dejar sin efecto la sentencia de 50 años de prisión a Daniel Arizmendi López, ‘El Mochaorejas’, así como a su hermano Aurelio.
La presidenta de la SCJN, Norma Piña Hernández, admitió a trámite los amparos directos en revisión interpuestos por la Fiscalía General de la República (FGR), la cual impugnó la resolución dictada por el Primer Tribunal Colegiado de Apelación en Materia Penal del Primer Circuito, en acato a un amparo que dejó sin efectos las condenas.
En abril pasado, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal amparó a los secuestradores, tras detectar que en este asunto existieron violaciones al debido proceso, caso donde los hermanos fueron encontrados responsables del delito de privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro.
- El asunto será estudiado por la ministra Margarita Ríos Farjat, quien deberá elaborar un proyecto de sentencia.
Los efectos del amparo fueron para que el Tribunal Colegiado en Materia de Apelación revocara la sentencia y ordenara al juez de primera instancia reponer el procedimiento y también se diera parte a las autoridades para que se investigara la posible tortura que sufrieron los quejosos.
Isabel Cristina Porras Odriozola, magistrada del Cuarto Tribunal Colegiado, indicó que en este asunto existieron violaciones al debido proceso, asunto donde los quejosos fueron encontrados responsables por el delito de privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro y delincuencia organizada.
- El proyecto de la magistrada fue avalado por sus homólogos José Rogelio Alanís García y Daniel Guzmán Aguado.
De acuerdo con antecedentes, el 6 de mayo de 1997, Daniel Arizmendi, Aurelio y los hermanos Daniel, Josué Juan y Dulce Paz Vanegas Martínez, secuestraron a un comerciante en calles aledañas a la Central de Abasto, en Ciudad de México, y lo llevaron a una casa de seguridad desde donde estuvieron exigiendo cierta cantidad de dinero a su padre.
A la víctima le cortaron una parte del cuero cabelludo para enviárselo a su familia. Al no obtener el rescate solicitado, lo privaron de la vida y tiraron su cadáver en la avenida Ignacio Zaragoza, donde fue localizado nueve días después del secuestro.
EDD