José Carlos, un joven de 24 años, perdió la vida el pasado lunes y en el certificado de defunción la Secretaría de Salud señaló el fallecimiento a causa del covid-19.
Sin embargo, su madre, la señora Dora, vecina de la colonia Fomerrey 45, al sur de Monterrey, aclaró que esto es falso, pues su hijo tenía otros padecimientos desde hace más de un año.
“¿Por qué mienten? ¿Por qué afirman algo que no están seguros? ¿Por qué nos lo quitan sin podernos despedir, sin darle cristiana sepultura? ¿Por qué hasta nos obligan a que los crememos”, declaró.
El joven de 24 años de edad era portador de VIH y se encontraba en condiciones críticas, por tal motivo lo dieron de alta del hospital Metropolitano desde hace tres semanas, pues se le consideraba del grupo susceptible de contraer covid-19.
Su familia lo mantenía conectado a un tanque de oxígeno, ya no tenía un pulmón y el otro presentaba complicaciones, y falleció el lunes por la noche, cerca de las 20:00.
A la vivienda arribó una ambulancia cuyos paramédicos determinaron que ya no contaba con signos vitales; a la par llegaron los peritos, quienes recomendaron tramitar el acta de defunción en el Servicio Médico Forense (Semefo) para agilizar el proceso y así una funeraria recogiera el cuerpo y procediera la velación.
Fue hasta que un hermano de José acudió al Semefo a tramitar el certificado de defunción cuando se dieron cuenta que en las causas de la defunción se determinó “Probable covid-19”, aunado a insuficiencia respiratoria aguda secundaria y tuberculosis pulmonar.
“Mi hijo no se fijó, hasta que se le hizo raro que le hablaron por teléfono, dijo: ‘Me habló un señor por teléfono y me dijo, me pasó tu número tal persona, ¿ya te fijaste qué te pusieron en tu acta de defunción?’ y le dijo mi hijo que no. ‘Te pusieron covid’.
“A mí que me hagan la prueba de covid-19, mi pareja y yo somos los únicos que tuvimos contacto con él. Si alguien lo contagió fuimos mi pareja o yo... A mí me dieron un papel donde constaba lo que él tenía: VIH, tuberculosis, falta de aire”, explicó.
Para la familia de José Carlos, los responsables podrían ser del crimen organizado, debido a que la persona que les llamó por teléfono comenzó a ofrecer los servicios funerarios "más baratos", advirtiendo que en ninguna otra parte lo iban a aceptar, a raíz del acta de defunción.
A pesar de que tenían todos los servicios funerarios preparados debido a la enfermedad de José, en las capillas Marianas les negaron el servicio, informándoles que no lo podían velar a causa del supuesto padecimiento de su hijo, y en caso de cremación, les pedían otros 30 mil pesos.
Ante la negativa se recurrió a una funeraria en Félix U. Gómez.
“Venían vestidos con ropa normal, nada más con cubrebocas y siempre que dicen que mueren de eso (coronavirus) se los llevan ‘encapsulados’. Los de peritaje también no venían más que con la careta, como de plástico”, agrega la madre de José.
Sin autorización de su familia, la funeraria incineró el cuerpo de José, argumentando que era obligatorio por el dictamen.
“Yo hablé rápido para las capillas para que no me lo cremaran, que me lo detuvieran poquito porque yo quería pelear para velarlo. Me dijeron que ya estaba en proceso.... ¿Por qué nos quitan la oportunidad de despedirnos de nuestros seres que queremos?”, cuestionó.
La señora Dora expuso que ninguna autoridad se ha acercado para realizarles pruebas de covid-19 y aclaró que su familia está en la disposición de realizarse los exámenes necesarios para saber si están contagiados.