Defiende titular de la Corte “remuneración digna”

El ministro presidente de la Suprema Corte, Luis María Aguilar, aseguró que las condiciones de seguridad, estabilidad, remuneraciones dignas y capacitación, “no son en beneficio personal de los juzgadores, ni mucho menos privilegios inconfesables, sino condiciones necesarias para un servicio indispensable ineludible de un país que busca tener en paz el respeto a los derechos humanos y constituir con ello una seguridad más justa”.

Manifestó su convicción de que la independencia del Poder Judicial es un componente esencial del derecho a un juicio imparcialidad del estado de derecho”.

“El requisito de la independencia e imparcialidad de los jueces no es una prerrogativa, sino la necesidad de que puedan ejercer su función como guardianes del estado de derecho”.

Señaló que la independencia de los jueces “no depende únicamente del recto actuar y convicciones propias de los juzgadores, sino está enmarcada en las condiciones favorables que lo permitan, dándoles la necesaria seguridad de que serán respetados en sus decisiones, en su permanencia en el cargo, en su integridad personal, en tener remuneraciones y condiciones de retiro razonables y dignas que le permitan tener la tranquilidad para reflexionar sus análisis y decisiones sin presiones, ni internas y externas, que doblen la vara de la justicia”.

Consideró que en los sistemas democráticos, el papel de los abogados es fundamental para garantizar un acceso adecuado a la justicia y a las reparaciones.

Aseguró que cada decisión que ha tomado “la he hecho pensando en el bienestar de la justicia, en el beneficio del pueblo. Si algo me hubiera avergonzado, no podría mirar de frente a mis hijas y a mis nietos, como lo hago”.

Dijo también que hay decisiones que obliga a tomar el recto actuar que muchas veces lastiman u ofenden intereses ajenos al derecho, o son producto de la ignorancia. Muchas de ellas han sido por mí; asumidas en aras del recto caminar del sistema de justicia federal”.

Sostuvo que ser abogado no es simplemente haber obtenido el título, sino desempeñar una tarea de responsabilidad social.