Organizaciones de la sociedad civil y pacientes con cáncer denunciaron que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador “falló a su promesa de bienestar, gratuidad y acceso universal” al desaparecer el Seguro Popular y echar andar el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Pacientes, sobrevivientes y 60 organizaciones de lucha contra el cáncer aseguraron que existe un desabasto en más de 61 medicamentos oncológicos y con la llegada del covid-19, el 86 por ciento de los usuarios del desaparecido Seguro Popular dejaron de recibir atención integral, tratamiento, algunos se agravaron y otros fallecieron.
“El cambio del Seguro Popular por el Insabi, el problema del desabasto, aunado a la desafortunada llegada del covid- 19, ha derivado en una gravísima interrupción del tratamiento oncológico, además de cobros indebidos, retrasos en consultas así como en la falta de atención y seguimiento de los pacientes que se atienden en el Instituto Mexicano del Seguro Social, en el ISSSTE, en los institutos nacionales y hospitales de alta especialidad y en particular en el Insabi.
“Esto ha colocado en una delicada situación de vulnerabilidad a miles de niños, jóvenes y adultos que padecen algún tipo de cáncer, de manera que la realidad a la que se enfrentan los pacientes está muy alejada de la promesa de bienestar, gratuidad y acceso universal que nos prometió el presidente López Obrador desde su llegada”,explicó Maya Galindo, directora de la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer.
Luego de escuchar las problemáticas enfrentadas por los pacientes en Nuevo León, el Hospital General de México e instituciones de salud pública, Galindo refirió que organizaciones exigen su derecho de rendición de cuentas, tanto a López Obrador como a los directivos de todos los institutos que atienden cáncer, para explicar el estado de las disposiciones reglamentarias y normativas del Insabi.
La ausencia de disposiciones operativas así como la falta de coordinación con las autoridades estatales y federales ha causado “una parálisis en la prestación de los servicios médicos y cobros indebidos a personas que no tienen recursos, en perjuicio de las personas con algún tipo de padecimiento de cáncer”, expresó.
Por ello, el IMSS, ISSSTE, Insabi y la Secretaría de Salud deben de dar a conocer su plan de acción para atender, sin interrupciones, a los pacientes oncológicos, tanto de nuevo ingreso como las de seguimiento, de lo contrario se está poniendo en riesgo el pronóstico de vida de miles de personas.
“ Existe un severo problema de escasez de medicamentos en clínicas y hospitales públicos que ha afectado especialmente a personas con diversos tipos de cáncer. Si bien el desabasto ha sido un problema arrastrado desde administraciones anteriores, ha sido particularmente persistente durante este año llevando a los pacientes a buscar la manera de adquirir su tratamiento fuera de la cobertura de sus instituciones.“Muchas personas de escasos recursos que ya recibían gratuitamente sus servicios, han dejando de realizarse sus estudios de diagnósticos o de seguimiento; de tomar sus medicamentos; abandonaron la aplicación de tratamientos intravenosos o intervenciones quirúrgicas, porque se siguen aplicando costos en diversos hospitales bajo el argumento de que la gratuidad prometida llegará hasta que salgan las reglas de operación del Insabi"
“Resulta imprescindible e insoslayable emprender acciones y esfuerzos eficaces que permitan mejorar las condiciones de atención a las personas con cáncer y de esta manera contribuir a la creación de un sistema de salud más justo y equitativo”, aclaró.
Por su parte, Araceli Tapia, del Comité Mujeres Fuertes de Nuevo León, explicó que desde enero se canceló la atención a 200 pacientes en terapia y mil en remisión en el Hospital San José, con el cual se tenía un convenio con el entonces Seguro Popular.
“Se cancelo absolutamente todo, nos dejaron a la deriva, incluyendo a 35 mujeres con cáncer metastásico que necesitan urgentemente regresar a su tratamiento, en los últimos tres meses hemos perdido siete compañeras que no debieron de fallecer de manera prematura si hubiesen tenido su tratamiento en tiempo y forma”, aseguró.
En tanto, Ana Avila, paciente en el Hospital General de México, explicó que a pesar del empeño del personal de salud, se carece de lo mínimo necesario como son medicamentos y se deben de cubrir una serie de trámites burocráticos administrativos en plena pandemia, lo cual representa colocar a este sector en una situación de alta vulnerabilidad de contagio.
“Se cumplieron con los trámites pero jamás nos dieron atención, y cuando aparentemente se abría la atención, resultaba que el único médico asignado estaba incapacitado y sucedió esto durante meses”.
jlmr