En solo 22 días, el Centro de Atención Múltiple (CAM) Ana Isabel Uribe Antúnez, ubicado en la colonia CROC, en Monterrey, ha sido robado y vandalizado en al menos 15 ocasiones.
Y es que la racha de inseguridad contra el plantel comenzó desde el primero de agosto, cuando directivos y maestros descubrieron daños en las instalaciones educativas.
A pesar de que ya hay una persona detenida, desde el día 18, durante el fin de semana entraron a robar nuevamente al CAM.
“Hay una persona detenida, el fiscal (general de Justicia) me avisó que ya fue vinculado a proceso y lo llevará en reclusión, pero es solo uno y siguen libres cinco o seis más que pueden seguir vandalizando”, explicó el director del plantel, Ricardo Iván Canales Guerra.
Apenas ayer comenzaron con los trabajos de restauración en el plantel por parte de la Secretaría de Educación rumbo al regreso a clases el próximo 29 de agosto, pero ahora directivos, maestros y padres de familia temen que los delincuentes ingresen nuevamente al centro, ya sea para robar o simplemente para dañar las instalaciones.
Los padres de familia denunciaron que los ladrones primero ingresaron para apoderarse de abanicos, lámparas y cableado eléctrico, así como algunas televisiones y otras herramientas que estaban en la escuela, al tiempo que dañaron las puertas de varias aulas y de los sanitarios.
Cuando no encontraron más cosas que robar, los daños siguieron, muestra de ello es que al día 13 de agosto se llevaron las puertas de los baños de maestros y volvieron solo para destrozar los lavamanos.
Así, durante 14 días consecutivos, el CAM fue robado y vandalizando, y pese a las denuncias no hubo respuesta de las autoridades, aunque la racha delictiva tuvo una ligera pausa el día 18, cuando detuvieron a Maximino “N”, un hombre de 25 años de edad sorprendido en flagrancia cuando desprendía la puerta de una de las aulas.
Y aunque se incrementaron los rondines policiacos, dijo el profesor Canales Guerra, los ladrones hallaron la manera de penetrar hasta un salón durante el fin de semana y al mismo tiempo que descubrieron el nuevo robo, inició la reparación de los daños, por parte de personal de Recursos Materiales de la Secretaría de Educación para instalar cableado, aparatos eléctricos, colocar marcos y puertas, pero queda el temor de que los vándalos insistan en robar la escuela.
“El riesgo que vemos es que siga el problema, y entonces lo que se construye durante el día se destruya durante la tarde o noche”, puntualizó el director.
Aseguró que le consta el incremento de la vigilancia, pero parece que el único remedio es una unidad 24 horas en la escuela.