Gerardo Sosa Castelán, ex presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), ha quedado libre de las acusaciones que enfrentaba por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Lo anterior, luego de que un juez de control decidiera sobreseer su caso tras cuatro años de proceso. El juez del penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, determinó que las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR) no eran suficientes para continuar con el juicio, lo que llevó a la cancelación de las imputaciones.
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El proceso judicial contra Sosa Castelán comenzó en 2020, cuando fue detenido en Ciudad de México junto con otros cuatro implicados. La FGR lo acusaba de haber desviado más de 58 millones de pesos mediante un esquema de lavado de dinero en una empresa fachada denominada “Contabilidad del Siglo XXI Pachuca”.
Según las investigaciones, dicha empresa carecía de empleados y operaba únicamente para transferir recursos ilícitos. No obstante, a lo largo del proceso, las pruebas presentadas no lograron vincular de manera concluyente a Sosa Castelán con los delitos imputados.
Desde 2022, el ex rector de la UAEH había cumplido con arresto domiciliario, vigilado mediante un brazalete electrónico, después de haber pasado más de dos años recluido en el penal federal de Almoloya de Juárez.
Con el fallo del juez Salazar Hernández, todas las medidas cautelares impuestas sobre Sosa Castelán, incluyendo la restricción de movimientos y la vigilancia electrónica, han sido retiradas.
Aunque la resolución actual pone fin a las acusaciones, la FGR aún tiene la posibilidad de impugnar la decisión, lo que podría reabrir el caso. Sin embargo, por el momento, Gerardo Sosa Castelán ha quedado libre y celebra la conclusión de un proceso que lo mantuvo bajo la sombra de graves acusaciones durante casi cuatro años.