Estudiantes universitarios rompen paradigmas y dejan huella en Tamaulipas. Más allá de asumirse como el futuro de México, crean un presente donde aportan algo más que la esperanza de construir un mejor país: se suman a hacer leyes.
Y es que muchos jóvenes reprueban que los vean como carne de cañón para tareas menores en las campañas políticas y decidieron mostrar que pueden participar en actividades de gran relevancia y contribuir así en el mejoramiento de su ciudad, estado y país.
Desde el Parlamento de la Juventud Tamaulipeca A.C., estudiantes han elaborado proyectos legislativos vía iniciativas de ley, reformas y puntos de acuerdo.
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Juan Gustavo Puga Rodríguez, presidente de ese organismo que fue convertido en asociación civil para evitar ser vistos con intereses partidistas, comenta que no son el único Parlamento en el país, pero sí el único independiente y uno de los más participativos.
Los otros grupos dependen de gobiernos o legislaturas estatales. En Tamaulipas es autónomo y lleva ya cuatro años, tiempo en el que han construido más de 300 propuestas y han viajado hasta Colombia para presentar el modelo de participación, recibiendo premios internacionales.
Puga Rodríguez precisa que después de una selección, se formalizó la entrega de 36 propuestas al Congreso del Estado y dos se convirtieron ya en realidad. Una consistió en reintegrar la educación cívica y ética a la currícula educativa del estado y la otra en oficializar el Parlamento de la Juventud Tamaulipeca como mecanismo de participación.
Las demás iniciativas se encuentran en estudio, entre ellas una que plantea paridad en las secretarías del gobierno del estado.
Una aportación que lo marcó fue la de una alumna de Contabilidad de la UAT en Ciudad Victoria, quien presentó iniciativa para incorporar los padecimientos renales en el catálogo de enfermedades que la Secretaría de Salud debe atender como prioritaria.
Y es que este mal es la segunda causa de muerte entre los tamaulipecos, dato que la jovencita, quien debe dializarse debido a esta enfermedad, sustentó con estadísticas oficiales.
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“¿Cómo es posible que una estudiante de 20 años venga a decirles lo que tienen que hacer? ella transformó una necesidad personal en una iniciativa de ley, para prevenir y atender un padecimiento que muchas familias no pueden tratar por su alto costo”.
Ahí está, dice, Gustavo Puga, la participación real que debe tener la juventud.
“Lo que hacemos en el Parlamento no es una simulación como ocurre en otros casos, nuestro trabajo es real, transformamos ideas, necesidades, pasiones en iniciativas de ley, de reforma o puntos de acuerdo que se entregan a los diputados locales para ser parte de la agenda legislativa”.
Día del Estudiante
En México se declaró el 23 de mayo como Día del Estudiante en conmemoración al movimiento estudiantil de 1929, que llevó a la entonces Universidad Nacional a adquirir la autonomía. Fueron los propios alumnos quienes solicitaron que se reconociera el 23 de mayo como el Día del Estudiante, en honor a los heridos en durante la lucha por la autonomía de la Universidad.De igual manera, la plaza de Santo Domingo de la Ciudad de México se le llamó también “Plaza 23 de mayo o del Estudiante”.
Desde esta agrupación se organizaron debates entre los candidatos a la alcaldía y diputaciones locales en Victoria, los únicos validados por el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) que, al igual que el INE, la UAT, Tribunal Electoral del Estado y el Instituto de Investigaciones Parlamentarias, son sus aliados estratégicos para cumplir los objetivos.
“En Tamaulipas la sociedad civil organizada ha sido utilizada con fines políticos, es algo delicado pues lo que hacen muchas personas es crear organizaciones durante los procesos electorales, disfrazados de sociedad civil pero con un trasfondo”.
Esto, añade, confunde al ciudadano y “nos hace mucho daño a los que sí somos auténticos activistas, sobre todo a los grupos juveniles, que son el grueso de las asociaciones civiles”.
En el Parlamento participan jóvenes, que en su gran mayoría son estudiantes de las diversas universidades del estado.
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“Muchos jóvenes creen que hacer política o participar es estar en las esquinas con banderines, en mítines o en marchas, pero los usan como carne de cañón y es muy lamentable, queremos que se dignifique su papel”.
Juan Gustavo Puga, quien empezó a hacer activismo desde que tenía 12 años de edad, subraya que hay muchas necesidades y ambigüedades dentro de nuestras leyes, por lo que su meta es ayudar a cambiar esta realidad.
“Constituimos el único Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas y Participación Social, formado por puros jóvenes, nos gusta opinar pero con datos duros e información real”.
El propósito es contribuir con la sociedad y crear espacios de jóvenes y para jóvenes, pues son un grupo predominante en la lista nominal de electores, pero su participación en las urnas es baja como resultado del uso que se ha hecho de ellos.
“No queremos hacer un conflicto, sino que se incorpore realmente dentro de las agendas legislativas y de gobierno nuestra participación porque se nos encasilla en temas de cultura y deporte, y ser joven va más allá”, concluye.
EVT