“Tengo una abuela que cumplirá 97 años y sobrevivió al covid”

La presidenta del Comité del Instituto de Investigaciones Parlamentarias del Congreso de Tamaulipas Judith Martínez de León, dice que la vida puede mejorar si pensamos en cómo nos gustaría que nos trataran

Judith Martínez de León, diputada en Tamaulipas (Foto/cortesía)
Antonio Hernández
Tamaulipas /

Para la diputada local, Judith Martínez de León, las tardes de películas son una excelente forma de convivir en familia, tal como se hacía cuando no había internet ni cable y se disfrutaba más a la familia. Destaca que le fascina el basquetbol, lo practicó desde niña, fue seleccionada estatal y es fan de los Lakers, de los que no se pierde los juegos. 

Ella es licenciada en Relaciones Públicas, trabajó como gerente en un banco, así como en el gobierno federal y también encabezó una asociación civil donde encontró su vocación: el ser para servir y desde entonces no ha parado de brindar apoyos a todas las personas. 


¿Cómo es un fin de semana? 

En un sábado desayuno con mis hijas, Isabela, Margarita y Carolina, de 21, 20 y 12 años de edad y mi esposo Fernando, en pocaspalabras desayuno en familia; intercambiamos ideas, ahí soy mamá, soy amiga y soy maestra y tratamos de solucionar los inconvenientes y generar acuerdos para que haya armonía. 

Ellas colaboran en el hogar y luego parto a realizar labor social. Amo lo que hago, me gusta lo que hago. 


¿Cómo se declaró tu esposo? 

Lo conocí un 10 de agosto y el 12 de agosto me invitó a cenar a su casa, me presentó a sus padres y ahí me preguntó: “¿Quieres ser mi novia?” y yo respondí: “¡Déjame pensarlo!” y él insistió: “¡Lo que me vas a decir dentro de tres o cuatro días me lo puedes decir ahorita!” Así que medité, pensé y le dije “¡ok, va!” y así empezamos. 



¿Y cómo te pidió matrimonio? 

Me invitó a cenar a un restaurante y cuando íbamos en camino me dijo: “¡oye, creo que me picó algo acá atrás!”, al mismo tiempo que señaló su espalda y entonces, en lugar de ver qué le había picado, le empecé a golpear en el lugar porque pensé que era un bicho. 

Le empiezo a pegar y me dice: “¡Espérate, fíjate!” y yo le respondí: “¡No, no vaya a ser que salga y me pique a mi también!” Pero él insistió y ya que me fijé en su espalda vi que, en el botón de la espalda de la camisa, estaba amarrado con un hilo el anillo de compromiso... Y ahí me preguntó si me quería casar con él, y le di el sí. En materia musical, 


¿Qué género te gusta? 

En boleros Armando Manzanero y para bailar soy grupera de corazón, me gusta Intocable y Pesado, pero también disfruté mucho a Menudo sobre todo la canción de “Claridad” y las coreografías de sus bailes. 

Incluso asistí a conciertos de ellos; es más, hubo uno aquí en Victoria en el 85-86 en el estadio Marte R. Gómez y ahí estuve, el boleto costó 120 pesos; y Luis Miguel estuvo en el Centro Cívico y costó 150 pesos el boleto. También disfruté a Parchís.


¿Tu deporte favorito? 

Practiqué básquetbol durante muchos años, incluso fui seleccionada estatal durante cuatro años, mi entrenador fue Manuel García Chavira, él me empezó a entrenar desde los nueve años hasta el Cbtis, entrené con el profesor Portillo y con Limas en la universidad; luego lo dejé, empecé a trabajar, me casé, luego vienen los niños y cambia todo. 



Los Lakers son su equipo favorito (Foto/Archivo)

son mi equipo favorito, veo sus partidos, soy su fan. También me gusta la charrería y las suertes que se realizan; lo que de plano no me gusta son las corridas de toros. 


¿Qué aperitivo te gusta: ¿una cerveza, vino o qué bebida? 

He probado casi de todo, pero me inclino más por un buen tequilita o un buen mezcal; y si es Sierra Chiquita, mejor. 


¿Cuál es tu hobby? 

Las tardes de películas con mis hijas, me encanta estar en la casa, ver películas. Trato de complacer a todas, porque siempre tienen una lista de películas, así que compramos todo lo que se requiere en un cine: palomitas, refrescos y demás botanas y vemos dos o tres películas. 

A la mayor le gustan las de terror; a otra, las dramáticas y todo lo que es tierno y te llenan los ojos de lágrimas; y a la chiquita, las películas de acción y los animé. 


¿Viajas? 

Disfruto hasta ir al Mirador en Altas Cumbres y contemplar nuestra tierra y disfrutar el aire; me gusta ir a Miquihuana y a Jaumave entre otros más. Hay mucho que conocer en Tamaulipas. 



¿Qué te gusta comer? 

Todo mundo se ríe cuando me dicen: “Judith, te invitamos a comer, a desayunar”; les digo: “yo no tengo bocado; hambre siempre traigo”. A mí me encantan las Flautas del Arce. 


¿Una anécdota triste y una de felicidad que nos puedas contar? 

Este año ha sido implacable con todos: mis papás fallecieron este mismo año, el 26 de septiembre del año pasado fui diagnosticada con lupus y seis meses estuve en tratamiento; el 4 de marzo fallece mi papá y el 19 de marzo mi mamá se pone muy mal por la presión, le diagnostican hipertensión y logran estabilizarla a finales de abril; el 1 de mayo el papá de mis hijas cae en un padecimiento que le tiene 49 días en el hospital y logramos sacar adelante ese tema; el 19 de junio me picó una araña viuda negra y gracias a los ganglios que encapsularon la toxina, solo dejó una marca; el 28 de julio salgo positiva a covid, estuve conectada a una máquina de oxígeno 29 días y el 5 de agosto fallece mi madre; es una anécdota muy triste. 

Una feliz es que podemos dar hoy gracias por la vida, por mis hermanas, sobrinos que están sanos y que todos estamos tratando de hacer conciencia de que tenemos que seguir esta nueva normalidad, atendiendo las reglas que nos dicta la Secretaría de Salud para poder seguir viéndonos y estar en familia. 

Tengo una abuela que cumplirá 97 años y sobrevivió al tema de pandemia. Vivió el contagio del covid, los doctores no se explican una personas de la tercera edad salió adelante y ahí la tenemos en casa; estamos contentos. 

lpr


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