Para la diputada local, Judith Martínez de León, las tardes de películas son una excelente forma de convivir en familia, tal como se hacía cuando no había internet ni cable y se disfrutaba más a la familia. Destaca que le fascina el basquetbol, lo practicó desde niña, fue seleccionada estatal y es fan de los Lakers, de los que no se pierde los juegos.
Ella es licenciada en Relaciones Públicas, trabajó como gerente en un banco, así como en el gobierno federal y también encabezó una asociación civil donde encontró su vocación: el ser para servir y desde entonces no ha parado de brindar apoyos a todas las personas.
¿Cómo es un fin de semana?
En un sábado desayuno con mis hijas, Isabela, Margarita y Carolina, de 21, 20 y 12 años de edad y mi esposo Fernando, en pocaspalabras desayuno en familia; intercambiamos ideas, ahí soy mamá, soy amiga y soy maestra y tratamos de solucionar los inconvenientes y generar acuerdos para que haya armonía.
Ellas colaboran en el hogar y luego parto a realizar labor social. Amo lo que hago, me gusta lo que hago.
¿Cómo se declaró tu esposo?
Lo conocí un 10 de agosto y el 12 de agosto me invitó a cenar a su casa, me presentó a sus padres y ahí me preguntó: “¿Quieres ser mi novia?” y yo respondí: “¡Déjame pensarlo!” y él insistió: “¡Lo que me vas a decir dentro de tres o cuatro días me lo puedes decir ahorita!” Así que medité, pensé y le dije “¡ok, va!” y así empezamos.
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¿Y cómo te pidió matrimonio?
Me invitó a cenar a un restaurante y cuando íbamos en camino me dijo: “¡oye, creo que me picó algo acá atrás!”, al mismo tiempo que señaló su espalda y entonces, en lugar de ver qué le había picado, le empecé a golpear en el lugar porque pensé que era un bicho.
Le empiezo a pegar y me dice: “¡Espérate, fíjate!” y yo le respondí: “¡No, no vaya a ser que salga y me pique a mi también!” Pero él insistió y ya que me fijé en su espalda vi que, en el botón de la espalda de la camisa, estaba amarrado con un hilo el anillo de compromiso... Y ahí me preguntó si me quería casar con él, y le di el sí. En materia musical,
¿Qué género te gusta?
En boleros Armando Manzanero y para bailar soy grupera de corazón, me gusta Intocable y Pesado, pero también disfruté mucho a Menudo sobre todo la canción de “Claridad” y las coreografías de sus bailes.
Incluso asistí a conciertos de ellos; es más, hubo uno aquí en Victoria en el 85-86 en el estadio Marte R. Gómez y ahí estuve, el boleto costó 120 pesos; y Luis Miguel estuvo en el Centro Cívico y costó 150 pesos el boleto. También disfruté a Parchís.
¿Tu deporte favorito?
Practiqué básquetbol durante muchos años, incluso fui seleccionada estatal durante cuatro años, mi entrenador fue Manuel García Chavira, él me empezó a entrenar desde los nueve años hasta el Cbtis, entrené con el profesor Portillo y con Limas en la universidad; luego lo dejé, empecé a trabajar, me casé, luego vienen los niños y cambia todo.
son mi equipo favorito, veo sus partidos, soy su fan. También me gusta la charrería y las suertes que se realizan; lo que de plano no me gusta son las corridas de toros.
¿Qué aperitivo te gusta: ¿una cerveza, vino o qué bebida?
He probado casi de todo, pero me inclino más por un buen tequilita o un buen mezcal; y si es Sierra Chiquita, mejor.
¿Cuál es tu hobby?
Las tardes de películas con mis hijas, me encanta estar en la casa, ver películas. Trato de complacer a todas, porque siempre tienen una lista de películas, así que compramos todo lo que se requiere en un cine: palomitas, refrescos y demás botanas y vemos dos o tres películas.
A la mayor le gustan las de terror; a otra, las dramáticas y todo lo que es tierno y te llenan los ojos de lágrimas; y a la chiquita, las películas de acción y los animé.
¿Viajas?
Disfruto hasta ir al Mirador en Altas Cumbres y contemplar nuestra tierra y disfrutar el aire; me gusta ir a Miquihuana y a Jaumave entre otros más. Hay mucho que conocer en Tamaulipas.
¿Qué te gusta comer?
Todo mundo se ríe cuando me dicen: “Judith, te invitamos a comer, a desayunar”; les digo: “yo no tengo bocado; hambre siempre traigo”. A mí me encantan las Flautas del Arce.
¿Una anécdota triste y una de felicidad que nos puedas contar?
Este año ha sido implacable con todos: mis papás fallecieron este mismo año, el 26 de septiembre del año pasado fui diagnosticada con lupus y seis meses estuve en tratamiento; el 4 de marzo fallece mi papá y el 19 de marzo mi mamá se pone muy mal por la presión, le diagnostican hipertensión y logran estabilizarla a finales de abril; el 1 de mayo el papá de mis hijas cae en un padecimiento que le tiene 49 días en el hospital y logramos sacar adelante ese tema; el 19 de junio me picó una araña viuda negra y gracias a los ganglios que encapsularon la toxina, solo dejó una marca; el 28 de julio salgo positiva a covid, estuve conectada a una máquina de oxígeno 29 días y el 5 de agosto fallece mi madre; es una anécdota muy triste.
Una feliz es que podemos dar hoy gracias por la vida, por mis hermanas, sobrinos que están sanos y que todos estamos tratando de hacer conciencia de que tenemos que seguir esta nueva normalidad, atendiendo las reglas que nos dicta la Secretaría de Salud para poder seguir viéndonos y estar en familia.
Tengo una abuela que cumplirá 97 años y sobrevivió al tema de pandemia. Vivió el contagio del covid, los doctores no se explican una personas de la tercera edad salió adelante y ahí la tenemos en casa; estamos contentos.
lpr